Antonio Joli, Vista de la calle de Atocha Fundación Casa de Alba |
«Adiós», dije a la
humilde choza mía;
«adiós, Madrid; adiós
tu Prado y fuentes,
que manan néctar,
llueven ambrosía;
adiós, conversaciones
suficientes
a entretener un pecho
cuidadoso
y a dos mil desvalidos
pretendientes;
adiós, sitio
agradable y mentiroso,
do fueron dos
gigantes abrasados
con el rayo de
Júpiter fogoso;
adiós, teatros
públicos, honrados
por la ignorancia que
ensalzada veo
en cien mil
disparates recitados;
adiós, de San Felipe
el gran paseo,
donde si baja o sube
el turco galgo,
como en gaceta de
Venecia leo;
adiós, hambre sotil
de algún hidalgo,
que por no verme ante
tus puertas muerto,
hoy de mi patria y de
mí mismo salgo».
Miguel de Cervantes, Viaje del Parnaso, Cap. Primero
No hay comentarios:
Publicar un comentario