viernes, 15 de mayo de 2020

Música popular 102

Nina Simone (21.02.1933 - 21.04.2003)
Foto: Jack Robinson (30.10.69)
The ballad of Nina Simone, My Baby Just Cares for Me y otras canciones

Hay demasiados negros en el autobús. De día en día, Conejo se fija más en ellos. No siempre hubo tantos negros. Conejo recuerda que, cuando era chico, en Brewer había calles que recorría con la respiración contenida, pese a que aquellas gentes a nadie hacían daño y se limitaban a mirar. Pero, ahora, arman más ruido. Y sus cabezas, en lugar de parecer calvas, tienen aspecto frondoso. Pero esto no es malo, no. Es más acorde con la Naturaleza, esa Naturaleza de la que nos estamos alejando tanto. En el taller hay dos negros, Farnsworth y Buchanan, y poco después de que fueran contratados, uno ya ni siquiera se daba cuenta de que lo fueran. Mal asunto ser negro, siempre mal pagados, con ojos que no son como los nuestros, unos ojos inyectados en sangre, castaños, con líquido que parece vaya a rebosar de un momento a otro. No sabía dónde había leído que ciertos antropólogos afirman que los negros no son más primitivos, sino, contrariamente, los hombres que se desarrollaron más tardíamente, es decir, los hombres más recientes, más nuevos. En ciertos aspectos son más duros, y en otros más delicados. Desde luego, son menos listos, pero ser listo no nos ha llevado muy lejos, nos ha llevado a la bomba atómica y a la lata de cerveza. Por otra parte, tampoco podemos decir que Bill Cosby sea imbécil.

John Updike, El regreso de Conejo (Rabbit Redux), Editorial Noguer, 1975, págs. 17-18, traducción Andrés Bosch

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