José Rizal (1861-1896) |
José Martí (1853-1895) |
José Rizal
Canto del Viajero
Hoja seca que cuela
indecisa
y arrebata violente
turbión,
así vive en la tierra
el viajero,
sin norte, sin alma,
sin patria ni amor.
Busca ansioso
doquiera la dicha
y la dicha se aleja
fugaz:
¡vana sombra que
burla su anhelo!...
¡Por ella el viajero
se lanza a la mar!
Impelido por mano
invisible
vagara confín en
confín;
los recuerdos le
harán compañía
de seres queridos, de
un día feliz.
Una tumba quizás en
el desierto
hallara, dulce asilo
de paz,
de su patria y del
mundo olvidado...
¡Descanse tranquilo,
tras tanto penar!
Y le envidian al
triste viajero
cuando cruza la
tierra veloz...
¡Ay, no saben que
dentro del alma
existe un vacío de
falta de amor!
Volverá el peregrino
a su patria
y a sus lares tal vez
volverá,
y hallara por doquier
nieve y ruina,
amores perdidos,
sepulcros, no más.
Ve, viajero, prosigue
tu senda,
extranjero en tu
propio país;
deja a otros que
canten amores,
los otros que gocen;
tu vuelve a partir.
Ve, viajero, no
vuelvas el rostro,
que no hay llanto que
siga al adiós;
ve, viajero, y ahoga
tu penas;
que el mundo se burla
de ajeno dolor.
José Martí
Versos Sencillos, I
Yo soy un hombre
sincero
de donde crece la palma,
y antes de morirme quiero
echar mis versos del alma.
de donde crece la palma,
y antes de morirme quiero
echar mis versos del alma.
Yo vengo de todas
partes,
y hacia todas partes voy:
arte soy entre las artes,
en los montes, monte soy.
y hacia todas partes voy:
arte soy entre las artes,
en los montes, monte soy.
Yo sé los nombres
extraños
de las yerbas y las flores,
y de mortales engaños,
y de sublimes dolores.
de las yerbas y las flores,
y de mortales engaños,
y de sublimes dolores.
Yo he visto en la
noche oscura
llover sobre mi cabeza
los rayos de lumbre pura
de la divina belleza.
llover sobre mi cabeza
los rayos de lumbre pura
de la divina belleza.
Alas nacer vi en los
hombros
de las mujeres hermosas:
y salir de los escombros,
volando las mariposas. (…)
de las mujeres hermosas:
y salir de los escombros,
volando las mariposas. (…)
Si dicen que del
joyero
tome la joya mejor,
tomo a un amigo sincero
y pongo a un lado el amor.
tome la joya mejor,
tomo a un amigo sincero
y pongo a un lado el amor.
Yo he visto al águila
herida
volar al azul sereno,
y morir en su guarida
la víbora del veneno.
volar al azul sereno,
y morir en su guarida
la víbora del veneno.
Yo sé bien que cuando
el mundo
cede, lívido, al descanso,
sobre el silencio profundo
murmura el arroyo manso.
cede, lívido, al descanso,
sobre el silencio profundo
murmura el arroyo manso.
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