Paco Ibáñez (20.11.1934) |
Luis de Góngora,
Letrillas, 6
Que pida a un galán
Minguilla
cinco puntos de jervilla,
bien puede ser;
mas que calzando diez Menga,
quiera que al justo le venga,
no puede ser.
Que se case un don Pelote
con una dama sin dote,
bien puede ser;
Mas que no dé algunos días
por un pan las damerías,
no puede ser.
Que la viuda en el sermón
dé mil suspiros sin son,
bien puede ser;
mas que no los dé, a mi cuenta,
porque sepan dó se sienta,
no puede ser.
Que esté la bella casada
bien vestida y mal celada,
bien puede ser;
mas que el bueno del marido
no sepa quién dio el vestido,
no puede ser.
Que anochezca cano el viejo,
y que amanezca bermejo,
bien puede ser;
mas que a creer nos estreche
que es milagro y no escabeche
no puede ser.
Que se precie un don Pelón
que se comió un perdigón,
bien puede ser;
mas que la biznaga honrada
no diga que fue ensalada,
no puede ser.
Que olvide a la hija el padre
de buscarle quien le cuadre,
bien puede ser;
mas que se pase el invierno
sin que ella le busque yerno,
no puede ser.
Que la del color quebrado
culpe al barro colorado,
bien puede ser;
mas que no entendamos todos
que aquestos barros son lodos,
no puede ser.
Que por parir mil loquillas
enciendan mil candelillas,
bien puede ser;
mas que, público o secreto,
no haga algún cirio efeto,
no puede ser.
Que sea el otro letrado
por Salamanca aprobado,
bien puede ser;
mas que traiga buenos guantes
sin que acudan pleiteantes,
no puede ser.
Que sea médico más grave
quien más aforismos sabe,
bien puede ser;
mas que no sea más experto
el que más hubiere muerto,
no puede ser.
Que acuda a tiempo un galán
con un dicho y un refrán,
bien puede ser;
mas que entendamos por eso
que en Floresta no está impreso,
no puede ser.
Que oiga Menga una canción
con piedad y atención,
bien puede ser;
mas que no sea más piadosa
a dos escudos en prosa,
no puede ser.
Que sea el Padre Presentado
predicador afamado,
bien puede ser;
mas que muchos puntos buenos
no sean estudios ajenos,
no puede ser.
Que una guitarrilla pueda
mucho después de la queda,
bien puede ser;
mas que no sea necedad
despertar la vecindad,
no puede ser.
Que el mochilero o soldado
deje su tercio embarcado,
bien puede ser;
mas que lo crean de la guerra
porque entró roto en su tierra,
no puede ser.
Que se emplee el que es discreto
en hacer un buen soneto,
bien puede ser;
mas que un menguado no sea
el que en hacer dos se emplea,
no puede ser.
Que quiera una dama esquiva
lengua muerta y bolsa viva,
bien puede ser;
mas que halle, sin dar puerta,
bolsa viva y lengua muerta,
no puede ser.
Que el confeso al caballero
socorra con su dinero,
bien puede ser;
mas que le dé, porque presta,
lado el día de la fiesta,
no puede ser.
Que junte un rico avariento
los doblones ciento a ciento,
bien puede ser;
mas que el sucesor gentil
no los gaste mil a mil,
no puede ser.
Que se pasee Narciso
con un cuello en paraíso,
bien puede ser;
mas que no sea notorio
que anda el cuerpo en purgatorio,
No puede ser.
cinco puntos de jervilla,
bien puede ser;
mas que calzando diez Menga,
quiera que al justo le venga,
no puede ser.
Que se case un don Pelote
con una dama sin dote,
bien puede ser;
Mas que no dé algunos días
por un pan las damerías,
no puede ser.
Que la viuda en el sermón
dé mil suspiros sin son,
bien puede ser;
mas que no los dé, a mi cuenta,
porque sepan dó se sienta,
no puede ser.
Que esté la bella casada
bien vestida y mal celada,
bien puede ser;
mas que el bueno del marido
no sepa quién dio el vestido,
no puede ser.
Que anochezca cano el viejo,
y que amanezca bermejo,
bien puede ser;
mas que a creer nos estreche
que es milagro y no escabeche
no puede ser.
Que se precie un don Pelón
que se comió un perdigón,
bien puede ser;
mas que la biznaga honrada
no diga que fue ensalada,
no puede ser.
Que olvide a la hija el padre
de buscarle quien le cuadre,
bien puede ser;
mas que se pase el invierno
sin que ella le busque yerno,
no puede ser.
Que la del color quebrado
culpe al barro colorado,
bien puede ser;
mas que no entendamos todos
que aquestos barros son lodos,
no puede ser.
Que por parir mil loquillas
enciendan mil candelillas,
bien puede ser;
mas que, público o secreto,
no haga algún cirio efeto,
no puede ser.
Que sea el otro letrado
por Salamanca aprobado,
bien puede ser;
mas que traiga buenos guantes
sin que acudan pleiteantes,
no puede ser.
Que sea médico más grave
quien más aforismos sabe,
bien puede ser;
mas que no sea más experto
el que más hubiere muerto,
no puede ser.
Que acuda a tiempo un galán
con un dicho y un refrán,
bien puede ser;
mas que entendamos por eso
que en Floresta no está impreso,
no puede ser.
Que oiga Menga una canción
con piedad y atención,
bien puede ser;
mas que no sea más piadosa
a dos escudos en prosa,
no puede ser.
Que sea el Padre Presentado
predicador afamado,
bien puede ser;
mas que muchos puntos buenos
no sean estudios ajenos,
no puede ser.
Que una guitarrilla pueda
mucho después de la queda,
bien puede ser;
mas que no sea necedad
despertar la vecindad,
no puede ser.
Que el mochilero o soldado
deje su tercio embarcado,
bien puede ser;
mas que lo crean de la guerra
porque entró roto en su tierra,
no puede ser.
Que se emplee el que es discreto
en hacer un buen soneto,
bien puede ser;
mas que un menguado no sea
el que en hacer dos se emplea,
no puede ser.
Que quiera una dama esquiva
lengua muerta y bolsa viva,
bien puede ser;
mas que halle, sin dar puerta,
bolsa viva y lengua muerta,
no puede ser.
Que el confeso al caballero
socorra con su dinero,
bien puede ser;
mas que le dé, porque presta,
lado el día de la fiesta,
no puede ser.
Que junte un rico avariento
los doblones ciento a ciento,
bien puede ser;
mas que el sucesor gentil
no los gaste mil a mil,
no puede ser.
Que se pasee Narciso
con un cuello en paraíso,
bien puede ser;
mas que no sea notorio
que anda el cuerpo en purgatorio,
No puede ser.
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