Carmen Laforet (6.09.1921-28.02.2004)
Fuente: Materiales de Lengua y Literatura (página web)
En toda aquella escena había algo
angustioso, y en el piso un calor sofocante como si el aire estuviera estancado
y podrido. Al levantar los ojos vi que habían aparecido varias mujeres
fantasmales. Casi sentí erizarse mi piel al vislumbrar a una de ellas, vestida
con un traje negro que tenía trazas de camisón de dormir. Todo en aquella mujer
parecía horrible y desastrado, hasta la verdosa dentadura que me sonreía. La
seguía un perro, que bostezaba ruidosamente, negro también el animal, como una
prolongación de su luto. Luego me dijeron que era la criada, pero nunca otra
criatura me ha producido impresión más desagradable.
Detrás de tío Juan había aparecido
otra mujer, flaca y joven con los cabellos revueltos, rojizos, sobre la aguda
cara blanca y una languidez de sábana colgada, que aumentaba la penosa
sensación del conjunto.
Yo
estaba aún sintiendo la cabeza de la abuela sobre mi hombro, apretada por su
abrazo y todas aquellas figuras me parecían igualmente alargadas y sombrías. Alargadas
quietas y tristes, como luces de un velatorio de pueblo.
Carmen Laforet, Nada, Primera Parte, I (fragmento), ed. Destino, 2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario