Francisco Pacheco. "Rodrigo Caro", en el Libro de descripción de verdaderos retratos de ilustres y memorables varones |
Estos, Fabio, ¡ay
dolor!, que ves ahora
campos de soledad,
mustio collado,
fueron un tiempo
Itálica famosa.
Aquí de Cipión la
vencedora
colonia fue; por
tierra derribado
yace el temido honor
de la espantosa
muralla, y lastimosa
reliquia es
solamente
de su invencible
gente.
Sólo quedan memorias
funerales
donde erraron ya
sombras de alto ejemplo,
este llano fue
plaza, allí fue templo;
de todo apenas
quedan las señales.
Del gimnasio y las
termas regaladas
leves vuelan cenizas
desdichadas;
las torres que
desprecio al aire fueron
a su gran pesadumbre
se rindieron.
Este despedazado
anfiteatro,
impío honor de los
dioses, cuya afrenta
publica el amarillo
jaramago,
ya reducido a
trágico teatro,
¡oh fábula del
tiempo, representa
cuánta fue su
grandeza y es su estrago!
Rodrigo Caro, Canción a las ruinas de Itálica
(fragmento)
"Investigan en Osuna el expolio de los ladrillos de barro de un acueducto romano del siglo I A.C.", ABC, 25.02.16
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