Hornazo, Horno de Magaña, Torredonjimeno Foto: Antonio Erena, 8.04.17 |
CASILDA
Pues yo, ¿cómo te diré
lo menos que miro en ti,
que lo más del alma fue?
Jamás en el baile oí
son que me bullese el pie,
que tal placer me causase
cuando el tamboril sonase,
por más que el tamborilero
chiflase con el guargüero
y con el palo tocase.
En mañana de San Juan
nunca más placer me hicieron
la verbena y arrayán,
ni los relinchos me dieron
el que tus voces me dan.
¿Cuál adufe bien templado,
cuál salterio te ha igualado?
¿Cuál pendón de procesión
con sus borlas y cordón,
a tu sombrero chapado?
No hay pies con zapatos nuevos
como agradan tus amores;
eres entre mil mancebos
hornazo en Pascua de Flores
con sus picos y sus huevos.
Pareces en verde prado
toro bravo y rojo echado;
pareces camisa nueva,
que entre jazmines se lleva
en azafate dorado.
Pareces cirio pascual
y mazapán de bautismo
con capillo de cendal,
y paréceste a ti mismo,
porque no tienes igual.
Lope de Vega, Peribáñez
y el Comendador de Ocaña
Precioso hornazo, pero no es Arte Casual, está claro que hay intencionalidad estética.
ResponderEliminarAún resisten los hornazos, pero adaptados al nuevo gusto, con una masa distinta, más dulce, no la original de pan de aceite.
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