Golpes Bajos |
Tengo en una caja
metidas unas moscas,
¿por qué?
No sabría cómo
explicároslo.
Tengo moscas
pequeñas,
tengo moscas grandes,
¿y qué?
Las guardo a
escondidas,
¿qué se imaginan en
casa?
Llego del trabajo
y me pongo a
observarlas.
Mientras las unas
parecen
volar confiadas,
en cambio las otras
están asustadas.
Mis moscas más
grandes
se comen a las otras,
¿por qué?
¡Mira que están locas
estas bichas tan
gordas!, ¿y qué?
Escenas macabras
te brinda mi caja,
festín que preparo
todas las mañanas.
Estos insectos voraces
no se conforman con
nada,
se roban bocados
quedándose hartas.
¡Sabor!
¡Escúchame mi negra!
Colecciono moscas,
pero no estoy loco,
¿por qué?
Colecciono moscas,
pero no están locas,
¿y qué?
Han hecho astillas la
caja
de lo que están
engordando
y vuelan pesadamente
dando vueltas al
cuarto.
Ahora soy yo el que
se asusta,
se han relamido mil
veces,
como no encuentre las
llaves
van a empezar a
comerme.
¡Sabrosura!
Escucha cómo hace la
mosquita.
Escucha cómo hace la
mosquita.
Soy un negrito que
viene
a tocarle aquí el
son.
Mosquita traicionera,
mala, mala, mala.
Germán Coppini y Pablo
Novoa, Colecciono moscas
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