¿Diego de Mora?, Jesús del Rescate (detalle de las manos) iglesia de la Magdalena, Granada |
Cuando en mis manos,
Rey eterno, os miro,
y la cándida víctima levanto,
de mi atrevida indignidad me espanto,
y la piedad de vuestro pecho admiro.
y la cándida víctima levanto,
de mi atrevida indignidad me espanto,
y la piedad de vuestro pecho admiro.
Tal vez el alma con
temor retiro,
tal vez la doy al amoroso llanto;
que, arrepentido de ofenderos tanto,
con ansias temo y con dolor suspiro.
tal vez la doy al amoroso llanto;
que, arrepentido de ofenderos tanto,
con ansias temo y con dolor suspiro.
Volved los ojos a
mirarme humanos;
que por las sendas de mi error siniestras
me despenaron pensamientos vanos.
que por las sendas de mi error siniestras
me despenaron pensamientos vanos.
No sean tantas las
miserias nuestras
que a quien os tuvo en sus indignas manos
vos le dejéis de las divinas vuestras.
que a quien os tuvo en sus indignas manos
vos le dejéis de las divinas vuestras.
Lope
de Vega, Temores en el favor
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