Francisco Ribalta, San Antonio de Padua Museo del Colegio de Corpus Christi, Valencia Foto: Antonio Erena, 16.11.22 |
El día del
Corpus, el de San Antonio y el de San Juan configuraban el comienzo sacramental
y campesino del verano. San Antonio es uno de esos santos populares de la
tradición medieval que hacían todo tipo de milagros prácticos. En Lisboa san
Antonio se encarga de aproximar a la ciudad los grandes bancos de sardinas, que
son el alimento barato y delicioso de los barrios pobres en los que se celebra
tan festivamente su procesión, con farolillos y banderolas en las calles
estrechas de Alfama y la Mouraria. San Antonio era un santo adecuado para mí
porque también era hijo de hortelano. Uno de sus milagros consistió en predicar
a los pájaros, a la manera de San Francisco de Asís, para persuadirlos de que
no picotearan los frutales ni se comieran las semillas que su padre acababa de
sembrar. El verano empezaba con San Antonio y San Juan y la siega de los
cereales y terminaba con San Miguel y San Francisco de Asís y la vendimia. Los
trabajos y las cosechas eran más variados porque aún no se había impuesto el
monocultivo del olivar, que iba a convertir todo aquel oleaje de colinas en un
desierto cuadriculado de olivos idénticos. Como el repertorio de nombres
propios era muy limitado, el día del santo lo compartía mucha gente. Todos nos
llamábamos más o menos igual, en masculino o femenino. Nos llamábamos Francisco,
Manuel, Carmen, Pedro, Juan, Asunción, Miguel, Andrés, Antonio, Paula, Teresa.
Una vez llegó a mi escuela un niño forastero que se llamaba Hipólito y yo
imaginé que sería rico. (…) Como en cada familia se repetían mucho los nombres,
el día del santo era una celebración colectiva, aunque casi siempre muy
modesta. Un vecino nuestro que había acumulado muchos olivares y se llamaba
Bartolomé celebraba el día de su santo contratando camareros que servían mesas largas
cubiertas con manteles y hasta una orquestina de baile. Por esa razón yo sé que
el día de San Bartolomé es el 24 de agosto.
Antonio Muñoz Molina, Volver a dónde, Seix Barral, Colección
Booket, 2023, pp. 52-54.
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