Ángel de Saavedra, duque de Rivas, El general Torrijos (1824-25), Museo de Historia de Madrid, foto: Antonio Erena, 14.11.23 |
Helos allí: junto a
la mar bravía
cadáveres están,
¡ay!, los que fueron
honra del libre, y
con su muerte dieron
almas al cielo, a
España nombradía.
Ansia de patria y
libertad henchía
sus nobles pechos que
jamás temieron,
y las costas de
Málaga los vieron
cual sol de gloria en
desdichado día.
Españoles, llorad;
mas vuestro llanto
lágrimas de dolor y
sangre sean,
sangre que ahogue a
siervos y opresores,
Y los viles tiranos,
con espanto,
siempre delante
amenazando vean
alzarse sus espectros
vengadores.
José de Espronceda, A la muerte de Torrijos y sus compañeros
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