Este soberbio monte y
levantada
cumbre, ciudad un
tiempo, hoy sepultura
de la grandeza, cuya
fama dura
contra la fuerza de
la suerte airada,
ejemplo cierto fue en
la edad pasada,
y será fiel testigo a
la futura,
del fin que ha de
tener la más segura
pujanza, vanamente
confiada.
Mas en tanta ruina
nueva gloria
no os pudo fallecer,
¡oh celebrados
de la antigua Batora
ilustres muros!,
que mucho más creció
vuestra memoria,
porque fuisteis del
tiempo derribados,
que si
permaneciéredes seguros.
Juan de Arguijo (me he permitido sustituir el nombre de la ciudad original por el de Batora)
A ver, a ver si finalmente, en mayo, podemos recorrer con calma la campiña. Espero que no haga demasiado calor.
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