martes, 13 de noviembre de 2018

Martes y trece - Lecturas 6

Pedro Muñoz Seca, La venganza de don Mendo
Editorial Afrodisio Aguado, 1978
MENDO.– (Incorporándose, restregándose los ojos y mirando a la claraboya.)
Ya amanece. Por esa claraboya
las luces del crepúsculo atalayo:
pronto entrará del sol el puro rayo
que a las sombras arrolla
y en bienestar convierte mi desmayo... (Por la claraboya entra triunfante un rayo de sol.)
¡Ya el rayo destella!...
¡Ya mi prisión se enjoya de luz bella!...
¡Ya soy dueño de mí!... ¡Ya bien me hallo!... (Canta un gallo dentro, lejos.)
¡Ya trina el ruiseñor!... ¡Ya canta el gallo!... (Pausa.)
¡Trece de mayo ya!... ¡Quién lo diría!
Llevo en esta prisión un mes y un día,
sin por nadie saber lo que acontece... (Estremeciéndose.)             
¡Y hoy es martes, gran Dios!... ¡Martes y trece!...
¿Por qué el terror invade el alma mía?
¿Por qué me inspira un miedo extraordinario
esa cifra, ¡ay de mí!, del calendario? (Como loco.)
¡Ah, no, cifra fatal!... No humillaréis
el valor de don Mendo; no podréis;
todos iguales para mí seréis...
¡Trece, catorce, quince y dieciséis! (Pausa.)

                        Pedro Muñoz Seca, La venganza de don Mendo
                        Jornada Segunda (fragmento)

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