![]() |
Joaquín Romero Murube (primero a la derecha) en el traslado de la Virgen de la Soledad a la parroquia de San Jerónimo (Sevilla, 28.01.1965), fuente: Pasión en Sevilla |
Viernes Santo. El alma y el
cuerpo están cansados de tanto esplendor. ¿Queda aún otro paso? Sí. Nuestra
Señora de la Soledad. Es
la última. Sale de San Lorenzo, del barrio más puro de Sevilla. Es una
hermandad pobre, humilde. La
Virgen va transida de dolor, del dolor de la soledad, el
dolor más real y aparente de todos los dolores. En el ambiente está ya plasmado
el tedio de la fiesta y la
Soledad pasa un poco entre el dormitar de todos. Va casi sola
en su dolor. Silencio, fin, agotamiento. Los hermanos de la Soledad lloramos está
soledad en que camina nuestra Virgen. Las sillas se apilan informes, contra las
aceras. No nos miran. Por entre la sombra y el silencio de las calles vamos con
Nuestra Virgen de la Soledad
en soledad. ¡Bendita sea!
Joaquín Romero Murube, «La Soledad », de Sevilla en los labios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario