lunes, 7 de noviembre de 2022

Up & Down

 
La Virgen de la Cabeza sube a su santuario desde Andújar por el Camino Viejo
Foto: José Joaquín Quesada, 5.11.22
Yo no sé qué tiene mi Virgencita de la Cabeza
que de todas partes viene la gente sólo por verla.
Yo la contemplo, con aire entusiasmado,
a esa serrana que me tiene locamente enamorado.
¡Venga castañuelas, venga guitarras, venga alegría!
¡Móntate a mi grupa y vente conmigo a la romería!
Vamos cantando
en busca de una ilusión;
que muy cerca de los cielos
te voy a enseñar la ermita
donde se guarda el tesoro,
el que más quiero y adoro,
donde tengo el corazón.
 
Yo no sé qué tiene mi Virgencita de la Cabeza
que de todas partes viene la gente sólo por verla.
Yo la contemplo, con aire entusiasmado,
a esa serrana que me tiene locamente enamorado.
¡Venga castañuelas, venga guitarras, venga alegría!
¡Móntate a mi grupa y vente conmigo a la romería!
Y, entre romeros, a la cima llegarás;
y, entre vivas y saludos, gozarás;
y, con lágrimas en los ojos,
con tu boca cantarás:
 
«Al cerro subimos,
con grande fervor,
a ver a María,
la Madre de Dios.
Ave, ave, ave María;
ave, ave, ave María».
 
Letra de Joaquín Colodrero Ávalos para
Aires de romería, pasacalle de Emilio Díaz.

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