miércoles, 17 de abril de 2019

Pies

Manuel González de los Santos el Granadino, El Buen Pastor (detalle de los pies)
Oratorio de la Santa Cueva, Cádiz
Foto: Antonio Erena (16.11.14)
Pastor que con tus silbos amorosos
me despertaste del profundo sueño;
tú, que hiciste cayado de ese leño
en que tiendes los brazos poderosos,

vuelve los ojos a mi fe piadosos,
pues te confieso por mi amor y dueño
y la palabra de seguirte empeño,
tus dulces silbos y tus pies hermosos.

Oye, pastor, pues por amores mueres,
no te espante el rigor de mis pecados,
pues tan amigo de rendidos eres.

Espera, pues, y escucha mis cuidados;
pero ¿cómo te digo que me esperes,
si estás para esperar los pies clavados?

Lope de Vega

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