jueves, 31 de octubre de 2024

Diluvio

Leandro da Ponte Bassano, Sacrificio de Noé tras el diluvio (1575-1600), Academia de San Fernando, Madrid
65Al ver el Señor que la maldad del hombre crecía sobre la tierra y que todos los pensamientos de su corazón tienden siempre y únicamente al mal, 6el Señor se arrepintió de haber creado al hombre en la tierra y le pesó de corazón. 7Dijo, pues, el Señor: «Voy a borrar de la superficie de la tierra al hombre que he hecho, junto con los cuadrúpedos, reptiles y aves del cielo, pues me pesa haberlos hecho». 8Pero Noé obtuvo el favor del Señor. 9Esta es la historia de Noé. Noé era un hombre justo e íntegro entre sus contemporáneos. Noé siguió los caminos de Dios 10y engendró tres hijos: Sem, Cam y Jafet. 11La tierra estaba corrompida ante Dios y llena de violencia. 12Dios vio la tierra y, en efecto, estaba corrompida, pues todas las criaturas de la tierra se habían corrompido en su proceder. 13Dios dijo a Noé: «Por lo que a mí respecta, ha llegado el fin de toda criatura, pues por su culpa la tierra está llena de violencia; así que he pensado exterminarlos junto con la tierra. 14Fabrícate un arca de madera de ciprés. Haz compartimentos en el arca, y calafatéala por dentro y por fuera. 15La fabricarás así: medirá ciento cincuenta metros de larga, veinticinco de ancha y quince de alta. 16Haz una claraboya a medio metro del remate, pon una puerta al costado del arca y haz una cubierta inferior, otra intermedia y otra superior. 17Yo voy a enviar el diluvio a la tierra para exterminar toda criatura viviente bajo el cielo; todo cuanto existe en la tierra perecerá. 18Pero yo estableceré mi alianza contigo, y entrarás en el arca con tu mujer, tus hijos y sus mujeres. 19Meterás también en el arca una pareja de cada criatura viviente, macho y hembra, para que conserve la vida contigo. 20De cada especie de aves, de ganados y de reptiles de la tierra, entrará una pareja contigo para conservar la vida. 21Recoge toda clase de alimentos y almacénalos para que os sirva de sustento a ti y a ellos». 22Noé hizo todo lo que le mandó Dios.

71El Señor dijo a Noé: «Entra en el arca con toda tu familia, pues tú eres el único justo que he encontrado en tu generación. 2De cada animal puro toma siete parejas, macho y hembra; de los no puros, una pareja, macho y hembra; 3y lo mismo de los pájaros, siete parejas, macho y hembra, para que conserven la especie en la tierra. 4Dentro de siete días haré llover sobre la tierra durante cuarenta días con sus noches, y borraré de la superficie del suelo a todos los vivientes que he hecho». 5Noé hizo todo lo que le mandó el Señor. 6Tenía Noé seiscientos años cuando vino el diluvio a la tierra. 7Noé entró en el arca con sus hijos, su mujer y sus nueras, para librarse de las aguas del diluvio. 8 De los animales puros e impuros, de las aves y de todos los reptiles de la tierra, 9entraron con Noé en el arca de dos en dos, macho y hembra, como Dios había mandado a Noé. 10Pasados siete días, las aguas del diluvio cubrieron la tierra. 11En el año seiscientos de la vida de Noé, el día diecisiete del segundo mes, reventaron las fuentes del gran abismo y se abrieron las compuertas del cielo, 12y estuvo lloviendo sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches. 13Aquel mismo día entró Noé en el arca con sus hijos, Sem, Cam y Jafet, su mujer y sus tres nueras; 14y con ellos toda clase de fieras, de ganados, de reptiles, que se arrastran por la tierra, y de aves (pájaros y seres alados), según sus especies. 15Entraron con Noé en el arca parejas de todas las criaturas con aliento vital; 16de todas las criaturas entraron macho y hembra, como se lo había mandado Dios. Y tras él cerró el Señor la puerta. 17El diluvio duró cuarenta días sobre la tierra; el agua creció y levantó el arca, que se alzó por encima de la tierra. 18El agua se hinchaba y crecía mucho sobre la tierra y el arca flotaba sobre la superficie del agua. 19El agua se hinchaba más y más sobre la tierra, hasta cubrir las montañas más altas bajo el cielo; 20unos siete metros por encima subió el agua, cubriendo las montañas. 21Perecieron todas las criaturas que se movían en la tierra: aves, ganados, fieras y cuanto bullía sobre la tierra; y todos los hombres. 22Todo lo que exhalaba aliento de vida, todo cuanto existía en la tierra firme, murió. 23Así fueron exterminados todos los seres de la superficie del suelo, desde los hombres hasta los ganados, los reptiles y las aves del cielo; todos fueron exterminados de la tierra. Solo quedó Noé y los que estaban con él en el arca. 24Las aguas llenaron la tierra durante ciento cincuenta días.

81Entonces Dios se acordó de Noé, de todas las fieras y de todo el ganado que estaban con él en el arca; Dios hizo soplar el viento sobre la tierra y el agua comenzó a bajar. 2Se cerraron los manantiales del abismo y las compuertas del cielo, y cesó la lluvia del cielo. 3El agua se fue retirando poco a poco de la tierra y decreció, de modo que a los ciento cincuenta días, 4el día diecisiete del mes séptimo, el arca encalló sobre las montañas de Ararat. 5El agua continuó disminuyendo hasta el mes décimo, y el día primero de ese mes asomaron los picos de las montañas. 6Pasados cuarenta días, Noé abrió la claraboya que había hecho en el arca 7y soltó el cuervo, que estuvo saliendo y retornando hasta que se secó el agua en la tierra. 8Después soltó la paloma, para ver si había menguado el agua sobre la superficie del suelo. 9Pero la paloma no encontró donde posarse y volvió al arca, porque todavía había agua sobre la superficie de toda la tierra. Él alargó su mano, la agarró y la metió consigo en el arca. 10Esperó otros siete días y de nuevo soltó la paloma desde el arca. 11Al atardecer, la paloma volvió con una hoja verde de olivo en el pico. Noé comprendió que el agua había menguado sobre la tierra. 12Esperó todavía otros siete días y soltó la paloma, que ya no volvió. 13El año seiscientos uno, el día primero del mes primero se secó el agua en la tierra. Noé abrió la claraboya del arca, miró y vio que la superficie del suelo estaba seca. 14El día veintisiete del mes segundo la tierra estaba seca. 15Entonces dijo Dios a Noé: 16«Sal del arca con tu mujer, tus hijos y tus nueras. 17Haz salir también todos los animales que están contigo, todas las criaturas: aves, ganados y reptiles; que se muevan por la tierra, sean fecundos y se multipliquen en ella». 18Salió, pues, Noé con sus hijos, su mujer y sus nueras. 19También salieron del arca, por familias, todos los animales, todos los ganados, todas las aves y todos los reptiles que se mueven sobre la tierra. 20Noé construyó un altar al Señor, tomó animales y aves de toda especie pura y los ofreció en holocausto sobre el altar. 21El Señor olió el aroma que aplaca y se dijo: «No volveré a maldecir el suelo a causa del hombre, porque la tendencia del corazón humano es mala desde la juventud. No volveré a destruir a los vivientes como acabo de hacerlo. 22Mientras dure la tierra no han de faltar siembra y cosecha, frío y calor,  verano e invierno, día y noche».

91Dios bendijo a Noé y a sus hijos diciéndoles: «Sed fecundos, multiplicaos y llenad la tierra. 2Todos los animales de la tierra y todas las aves del cielo os temerán y os respetarán; todos los reptiles del suelo y todos los peces del mar están a vuestra disposición. 3Todo lo que vive y se mueve os servirá de alimento: os lo entrego todo, lo mismo que los vegetales. 4Pero no comáis carne con sangre, que es su vida. 5Pediré cuentas de vuestra sangre, que es vuestra vida; se las pediré a cualquier animal. Y al hombre le pediré cuentas de la vida de su hermano. 6Quien derrame la sangre de un hombre, por otro hombre será su sangre derramada; porque a imagen de Dios hizo él al hombre. 7Vosotros sed fecundos y multiplicaos, moveos por la tierra y dominadla». 8Dios dijo a Noé y a sus hijos: 9«Yo establezco mi alianza con vosotros y con vuestros descendientes, 10con todos los animales que os acompañan, aves, ganados y fieras, con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra. 11Establezco, pues, mi alianza con vosotros: el diluvio no volverá a destruir criatura alguna ni habrá otro diluvio que devaste la tierra». 12Y Dios añadió: «Esta es la señal de la alianza que establezco con vosotros y con todo lo que vive con vosotros, para todas las generaciones: 13pondré mi arco en el cielo, como señal de mi alianza con la tierra. 14Cuando traiga nubes sobre la tierra, aparecerá en las nubes el arco 15y recordaré mi alianza con vosotros y con todos los animales, y el diluvio no volverá a destruir a los vivientes. 16Aparecerá el arco en las nubes, y al verlo recordaré la alianza perpetua entre Dios y todos los seres vivientes, todas las criaturas que existen sobre la tierra». 17Aún dijo Dios a Noé: «Esta es la señal de la alianza que establezco con toda criatura que existe en la tierra». 18Los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam y Jafet.

Sagrada Biblia, Génesis, 6:5 – 9:18, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española, Editorial BAC

miércoles, 30 de octubre de 2024

Extraterrestres 19

Íñigo Errejón (Madrid, 14 de diciembre de 1983), fuente: Diario de Mallorca, 25.09.19
Diez años han pasado desde aquel asalto a los cielos que no llegó ni a despegar. En 2014, Podemos llegó con una mezcla de mesianismo y campechanía muy equilibrada. Sus discursos estaban llenos de jerga politológica y mala poesía revolucionaria, pero sus diputados dejaban los abrigos en el respaldo de los escaños porque desconocían el guardarropa. Ha llegado la gente al Parlamento, decían, y la gente se hace cargo de su propio abrigo. La gente tampoco quería coches oficiales, ni sueldazos, ni carreras políticas profesionales. Esos eran vicios de la casta a los que fueron acostumbrándose con la misma naturalidad con la que sus organizaciones asamblearias se volvieron cesaristas.

Se me atragantó siempre la cursilería, pero al principio me convenció la informalidad. Cuando vi a tanto rancio cabreado por los pelos, las pintas y los modales de los nuevos diputados, estos me cayeron simpatiquísimos, y sentí que aireaban las moquetas de una democracia que hedía a moho por muchos rincones.

Una década después, la caída del último de aquellos ídolos —instalado en la casta, inmerso en los usos y costumbres noctívagas de la élite cortesana, abrazando los vicios morales que vino a liquidar— subraya el final catastrófico de la aventura. Al margen del recorrido penal que pueda tener el caso, el derrumbamiento es moral, porque moral fue siempre su bandera. Íñigo Errejón es el símbolo de un fracaso mayúsculo: quisieron reformar la sociedad, pero no fueron capaces ni de reformarse a sí mismos.

El hundimiento va mucho más allá de una contradicción mal cabalgada. De los últimos 10 años, la izquierda adanista ha cogobernado la mitad, sin contar su amplio poder autonómico y municipal (ya desaparecido). En ese tiempo, la mayoría de los males que venían a sanar, a sajar o a paliar siguen igual o peor. Vivimos en un país más desigual, con una juventud más empobrecida y sin vivienda y con un Estado social más débil en lo más sensible, como la sanidad o la educación. La reforma laboral fue un chiste que mantuvo lo esencial de la del PP. Los avances en derechos civiles han estado acompañados de ruido y chapuzas que los han malogrado en parte y muchos movimientos sociales se han evaporado (¿alguien se acuerda de Stop Desahucios o de las mareas?). Como consecuencia, el espacio a la izquierda del PSOE, que representa a una parte importante de la población española, se ha quedado yermo y devastado sin apenas intervención de sus enemigos: complacidos y asombrados, estos han visto cómo los propios dirigentes de las sucesivas organizaciones lo arrasaban. El caso Errejón es tan solo la moraleja de una fábula tristísima.

Sergio del Molino, «Errejón como moraleja», El País, 30.10.24

domingo, 27 de octubre de 2024

Columna

Lápida apócrifa relativa a la mítica fundación de Martos (principios s. XVI), Lapidarium de Martos, foto: Francisco Miguel Merino Laguna, agosto 2011 (página web Francis, www.redjaen.es)
Texto: "Antigua peña llamada famosísima columna de Hércules, tu nombre proviene de un linaje famoso" (trad.: Antonio Erena)


     El nombre primitivo que dieron los túrdulos a este pueblo fue el de Tucci; aunque también es cierto se tituló con el nombre de columna esclarecida de Hércules. Y esto fue, sin duda, con alusión a la valentía de su gran peña, pues como sus pobladores vinieron de las inmediaciones del estrecho de Gibraltar y estaban acostumbrados a llamar columna de Hércules (p. m. 18) al monte Calpe, la similitud de éste con aquél les mereció igual denominación. Así pensaron perpetuarla en esta inscripción latina, que hoy se conserva entre otras:
HERCVLIS ANTIQVA CLA
RISSIMA RVPE COLVMNA
DICERIS A CLARO STEMMA
TE NOMEN HABENS.

      Pero prevaleció el nombre de Tucci, como se ve en las inscripciones copiadas al capítulo 8 en honor de los emperadores. No alcanzo por qué motivo dejaron los túrdulos tan recomendado el nombre de Tucci en muchos pueblos del Andalucía. Dos se encuentran en lo antiguo en los túrdulos con este mismo título; Ptucci llamaron a otro; Ituci y Acatucci a otros; de modo que en la terminación de Tucci convienen todos, ignorando qué timbre explicaría en su lengua túrdula este término, que quisieron perpetuarlo en tantos pueblos.

Fray Juan Lendínez, Augusta Gemela Ilustradaed. de Antonio Erena Camacho, Instituto de Estudios Giennenses, Diputación Provincial de Jaén, 2023, págs. 68 y 69.

sábado, 26 de octubre de 2024

Omnia vincit amor

Domingo de Ramos en la catedral de San Cristóbal, Barcelona, Venezuela, fuente: Noticias de Aquí Anzoátegui, 11.04.22 (diario web)
Parecidos razonables, 17 (anterior entrada del blog)

A la llegada de los nuevos misioneros a Barcelona siguió la distribución que hizo el discretorio de las misiones de sus personas. Tocó al P. [Cristóbal] Lendínez por suerte, junto con otro compañero, los adelantamientos de un pueblo que estaba principiado en una gran llanura cercana al nacimiento del río Unare. Éste fue el teatro en que los dos nuevos obreros evangélicos manifestaron su celo por la extensión del Evangelio. Hallaron en él sólo dos casas de paja en que vivían cuarenta personas. Y, con su aplicación caritativa a la conversión de los infieles, trabajo de caminos, hambres y sedes en buscarlos por selvas y montes, su paciencia en doctrinarlos en las obligaciones de cristianos y, al fin, con el ejemplo de virtudes propias de varones apostólicos, tuvieron el consuelo de ver fundado un pueblo con iglesia, calles y casas de regular fábrica, con doscientos sesenta y seis vecinos entre españoles, indios palenques y caribes. Diósele al pueblo el título del Santísimo Cristo de Pariaguán por una imagen de Cristo que se colocó en su iglesia y altar mayor, y por el indio que se eligió por gobernador, a quien llamaban Pariaguán. Fue el P. Lendínez el principal director de la fábrica de dicho santo templo. Y según me informó el M. R. P. Fr. Antonio Caulín, su condiscípulo y compañero en la misión, se fabricó la iglesia de tres naves a la similitud de la iglesia parroquial de San Pedro de la villa de Torredonjimeno. Y que sus columnas (que se hicieron de madera incorruptible) las labró por su propia mano, con las puertas y ventanas, el expresado mi hermano. Veo aquí cumplido lo que dice el adagio: omnia vincit amor. El amor al divino culto hizo a mi buen hermano carpintero sin haber tenido tal facultad (ni sus principios) en el siglo.

Fray Juan Lendínez, Augusta Gemela Ilustrada, ed. de Antonio Erena Camacho, Instituto de Estudios Giennenses, Diputación Provincial de Jaén, 2023, págs. 559-560.

viernes, 25 de octubre de 2024

Augusta Gemela

José López Arjona, Medallón para el monumento conmemorativo del Bimilenario de la fundación de la Colonia Augusta Gemela Tuccitana (1983), plaza de la Constitución, Torredonjimeno, foto: Antonio Erena, 22.10.24
Presentación del libro Augusta Gemela Ilustrada (página web de la Diputación de Jaén)

martes, 22 de octubre de 2024

Casas 25

Portalón de la casa de la calle de San Marcos, 3, Madrid, foto: Antonio Erena, 18.10.24
En un viejo país ineficiente,
algo así como España entre dos guerras
civiles, en un pueblo junto al mar,
poseer una casa y poca hacienda
y memoria ninguna. No leer,
no sufrir, no escribir, no pagar cuentas,
y vivir como un noble arruinado
entre las ruinas de mi inteligencia.
 
Jaime Gil de Biedma,
De vita beata

lunes, 21 de octubre de 2024

Gastromanía 44

Limones, foto: Antonio Erena, 20.10.24
Me tiraste un limón, y tan amargo,
con una mano cálida, y tan pura,
que no menoscabó su arquitectura
y probé su amargura sin embargo.

Con el golpe amarillo, de un letargo
dulce pasó a una ansiosa calentura
mi sangre, que sintió la mordedura
de una punta de seno duro y largo.

Pero al mirarte y verte la sonrisa
que te produjo el limonado hecho,
a mi voraz malicia tan ajena,

se me durmió la sangre en la camisa,
y se volvió el poroso y áureo pecho
una picuda y deslumbrante pena.

Miguel Hernández, «Me tiraste un limón, y tan amargo», de El rayo que no cesa (1936), fuente: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (página web)

miércoles, 16 de octubre de 2024

Lecturas 20

Antonio Díaz-Cañabate, Historia de una taberna, Colección Austral, N.º 711, Espasa Calpe, Sexta edición, 1988
Antonio Díaz-Cañabate en Memoria de Madrid (página web)

   Despachar vino no es cosa fácil. Requiere destreza y rapidez singulares, soltura de manos, tiento y pulso, mucha vista, malicia, ingenio para alternar con el cliente y contestar sin enfado, pero con energía, a sus cuchufletas, no siempre del mejor gusto y de buena intención; memoria para las cuentas de las muchas copas que se sirven al mismo tiempo, paciencia a fin de soportar las inconveniencias de los borrachos patosos, y valor personal para imponerse en las bromas. Con mucho menos de estas condiciones se llegaba a ministro allá por los albores del siglo veinte.
    El mostrador de cinc reluce como si fuera de plata. Por el mostrador de cinc resbala el agua que fluye como de un manantial, y en el agua sumidas constantemente tiene las manos el tabernero. En el invierno, la cosa es dura; en el verano da gusto ser tabernero. Sobre la plata del mostrador, los vasos brillan como diamantes. En los frascos esos frascos rotundo acierto de esbeltez, sencillez y elegancia, tan decorativos y agradables el vino tinto y el vino blanco, con su colorido fuerte y bello, esmaltan de pedrería esa especie de trono oriental que es en definitiva el mostrador de una taberna.
 
Historia de una taberna, ed, cit., pág. 16.

sábado, 12 de octubre de 2024

Hispanidad

Maricel Álvarez y Marcelo Martínez, El Coso. Mosaico sonoro a partir de Cartel de Ferias (Libro V, Viva mi dueño, El Ruedo Ibérico), de Ramón María del Valle-Inclán (2024), exposición "Esperpento", Museo Reina Sofía, Madrid, foto: Antonio Erena, 10.10.24

miércoles, 9 de octubre de 2024

viernes, 4 de octubre de 2024

Francisco y Torcuato

Torcuato Ruiz del Peral, San Francisco de Asís (c. 1740-50), iglesia Mayor de Baza (desaparecido en la Guerra Civil), fuente: Mª Soledad Lázaro Damas, "Consideraciones en torno a la obra y la clientela de Torcuato Ruiz del Peral en Baza", en Boletín del Centro de Estudios Pedro Suárez: Estudios sobre las comarcas de Guadix, Baza y Huéscar, N.º 21, 2008 (Ejemplar dedicado a: Torcuato Ruiz del Peral, 1708-1773), págs. 77-100.
"Torcuato Ruiz del Peral. El otoño del Barroco", exposición en el MBA de Granada

miércoles, 2 de octubre de 2024