Leandro da Ponte Bassano, Sacrificio de Noé tras el diluvio (1575-1600), Academia de San Fernando, Madrid |
71El Señor dijo a Noé: «Entra en el arca con toda tu familia, pues tú eres el único justo que he encontrado en tu generación. 2De cada animal puro toma siete parejas, macho y hembra; de los no puros, una pareja, macho y hembra; 3y lo mismo de los pájaros, siete parejas, macho y hembra, para que conserven la especie en la tierra. 4Dentro de siete días haré llover sobre la tierra durante cuarenta días con sus noches, y borraré de la superficie del suelo a todos los vivientes que he hecho». 5Noé hizo todo lo que le mandó el Señor. 6Tenía Noé seiscientos años cuando vino el diluvio a la tierra. 7Noé entró en el arca con sus hijos, su mujer y sus nueras, para librarse de las aguas del diluvio. 8 De los animales puros e impuros, de las aves y de todos los reptiles de la tierra, 9entraron con Noé en el arca de dos en dos, macho y hembra, como Dios había mandado a Noé. 10Pasados siete días, las aguas del diluvio cubrieron la tierra. 11En el año seiscientos de la vida de Noé, el día diecisiete del segundo mes, reventaron las fuentes del gran abismo y se abrieron las compuertas del cielo, 12y estuvo lloviendo sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches. 13Aquel mismo día entró Noé en el arca con sus hijos, Sem, Cam y Jafet, su mujer y sus tres nueras; 14y con ellos toda clase de fieras, de ganados, de reptiles, que se arrastran por la tierra, y de aves (pájaros y seres alados), según sus especies. 15Entraron con Noé en el arca parejas de todas las criaturas con aliento vital; 16de todas las criaturas entraron macho y hembra, como se lo había mandado Dios. Y tras él cerró el Señor la puerta. 17El diluvio duró cuarenta días sobre la tierra; el agua creció y levantó el arca, que se alzó por encima de la tierra. 18El agua se hinchaba y crecía mucho sobre la tierra y el arca flotaba sobre la superficie del agua. 19El agua se hinchaba más y más sobre la tierra, hasta cubrir las montañas más altas bajo el cielo; 20unos siete metros por encima subió el agua, cubriendo las montañas. 21Perecieron todas las criaturas que se movían en la tierra: aves, ganados, fieras y cuanto bullía sobre la tierra; y todos los hombres. 22Todo lo que exhalaba aliento de vida, todo cuanto existía en la tierra firme, murió. 23Así fueron exterminados todos los seres de la superficie del suelo, desde los hombres hasta los ganados, los reptiles y las aves del cielo; todos fueron exterminados de la tierra. Solo quedó Noé y los que estaban con él en el arca. 24Las aguas llenaron la tierra durante ciento cincuenta días.
81Entonces Dios se acordó de Noé, de todas las fieras y de todo el ganado que estaban con él en el arca; Dios hizo soplar el viento sobre la tierra y el agua comenzó a bajar. 2Se cerraron los manantiales del abismo y las compuertas del cielo, y cesó la lluvia del cielo. 3El agua se fue retirando poco a poco de la tierra y decreció, de modo que a los ciento cincuenta días, 4el día diecisiete del mes séptimo, el arca encalló sobre las montañas de Ararat. 5El agua continuó disminuyendo hasta el mes décimo, y el día primero de ese mes asomaron los picos de las montañas. 6Pasados cuarenta días, Noé abrió la claraboya que había hecho en el arca 7y soltó el cuervo, que estuvo saliendo y retornando hasta que se secó el agua en la tierra. 8Después soltó la paloma, para ver si había menguado el agua sobre la superficie del suelo. 9Pero la paloma no encontró donde posarse y volvió al arca, porque todavía había agua sobre la superficie de toda la tierra. Él alargó su mano, la agarró y la metió consigo en el arca. 10Esperó otros siete días y de nuevo soltó la paloma desde el arca. 11Al atardecer, la paloma volvió con una hoja verde de olivo en el pico. Noé comprendió que el agua había menguado sobre la tierra. 12Esperó todavía otros siete días y soltó la paloma, que ya no volvió. 13El año seiscientos uno, el día primero del mes primero se secó el agua en la tierra. Noé abrió la claraboya del arca, miró y vio que la superficie del suelo estaba seca. 14El día veintisiete del mes segundo la tierra estaba seca. 15Entonces dijo Dios a Noé: 16«Sal del arca con tu mujer, tus hijos y tus nueras. 17Haz salir también todos los animales que están contigo, todas las criaturas: aves, ganados y reptiles; que se muevan por la tierra, sean fecundos y se multipliquen en ella». 18Salió, pues, Noé con sus hijos, su mujer y sus nueras. 19También salieron del arca, por familias, todos los animales, todos los ganados, todas las aves y todos los reptiles que se mueven sobre la tierra. 20Noé construyó un altar al Señor, tomó animales y aves de toda especie pura y los ofreció en holocausto sobre el altar. 21El Señor olió el aroma que aplaca y se dijo: «No volveré a maldecir el suelo a causa del hombre, porque la tendencia del corazón humano es mala desde la juventud. No volveré a destruir a los vivientes como acabo de hacerlo. 22Mientras dure la tierra no han de faltar siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche».
91Dios bendijo a Noé y a sus hijos diciéndoles: «Sed fecundos, multiplicaos y llenad la tierra. 2Todos los animales de la tierra y todas las aves del cielo os temerán y os respetarán; todos los reptiles del suelo y todos los peces del mar están a vuestra disposición. 3Todo lo que vive y se mueve os servirá de alimento: os lo entrego todo, lo mismo que los vegetales. 4Pero no comáis carne con sangre, que es su vida. 5Pediré cuentas de vuestra sangre, que es vuestra vida; se las pediré a cualquier animal. Y al hombre le pediré cuentas de la vida de su hermano. 6Quien derrame la sangre de un hombre, por otro hombre será su sangre derramada; porque a imagen de Dios hizo él al hombre. 7Vosotros sed fecundos y multiplicaos, moveos por la tierra y dominadla». 8Dios dijo a Noé y a sus hijos: 9«Yo establezco mi alianza con vosotros y con vuestros descendientes, 10con todos los animales que os acompañan, aves, ganados y fieras, con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra. 11Establezco, pues, mi alianza con vosotros: el diluvio no volverá a destruir criatura alguna ni habrá otro diluvio que devaste la tierra». 12Y Dios añadió: «Esta es la señal de la alianza que establezco con vosotros y con todo lo que vive con vosotros, para todas las generaciones: 13pondré mi arco en el cielo, como señal de mi alianza con la tierra. 14Cuando traiga nubes sobre la tierra, aparecerá en las nubes el arco 15y recordaré mi alianza con vosotros y con todos los animales, y el diluvio no volverá a destruir a los vivientes. 16Aparecerá el arco en las nubes, y al verlo recordaré la alianza perpetua entre Dios y todos los seres vivientes, todas las criaturas que existen sobre la tierra». 17Aún dijo Dios a Noé: «Esta es la señal de la alianza que establezco con toda criatura que existe en la tierra». 18Los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam y Jafet.
Sagrada Biblia, Génesis, 6:5 – 9:18, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española, Editorial BAC