martes, 28 de octubre de 2025

Alúas

Hormiga de ala (Camponotus sylvaticus, macho, las que se usaban para cazar eran las hembras), foto: Antonio Erena, Jaén, 27.10.25
27. Otrosí, que ninguno pueda cavar ni cave en los ejidos de esta villa para sacar aludas ni otra cosa alguna, así hombres como muchachos, so pena de doce maravedís aplicados al dicho almotacén.

Juan María de la Obra Sierra, «Ordenanzas Municipales de Torredonjimeno, 1538», en Salvador Hernández Armenteros, El arca del agua, Madara Editoras, Torredonjimeno, 2025, pág. 438 (actualización: Antonio Erena).

lunes, 27 de octubre de 2025

Excéntricos 39

Eduardo Mendoza (Barcelona, 11.01.1943) llega al Hotel de la Reconquista de Oviedo, foto Iván Martínez,19.10.25
Majestades, Princesa, Alteza, autoridades, miembros del jurado, familiares, amigos, señoras y señores.
Este premio ha sido para mí una sorpresa, un honor, una alegría y también un incentivo, porque yo, si no me miro al espejo, todavía me considero una joven promesa de la Narrativa Española.
Lo último que se pierde no es la esperanza, sino la vanidad.
Pero sé que no me han premiado a mí, que no merezco gran cosa, sino a mi obra, y una obra es la suma de muchos factores.
Tuve la suerte de nacer y criarme rodeado de libros y de personas que me leyeron en voz alta, pusieron a mi disposición una amplia biblioteca, me estimularon y me orientaron.
En el colegio recibí una educación estricta, tediosa y opresiva. Tenazmente me inculcaron las virtudes del trabajo, el ahorro y el decoro, gracias a lo cual salí vago, malgastador y un poco golfo, tres cosas malas en sí, pero buenas para escribir novelas.
Crecí en Barcelona, una ciudad de tamaño medio, cálida y soleada, tranquila laboriosa y conservadora, cuna de santos infantiles y abuelos entrañables. También un ciudad portuaria, viciosa y canalla. Yendo de la una a la otra y buceando en bibliotecas y hemerotecas descubrí que Barcelona tenía además un interesante pasado turbulento y criminal, del que me apropié para escribir mis novelas. Las ciudades, como las novelas, son de todos y no son de nadie.
El resto lo debo a los amigos, los maestros, las personas que me quieren, algunas aquí presentes: mi mujer, mis hijos, mi familia, mis editores, mis agentes, tantos y tantas que para nombrarlos no necesitaría tres o cuatro minutos, sino tres o cuatro horas.
Lo demás es mérito mío. Ya está bien de modestia. Alguien me ha llamado proveedor de felicidad. Es el mejor elogio que he recibido en mi vida y me gustaría que fuera cierto, aunque sea en dosis homeopáticas. Pero si alguna felicidad he dado a mis lectores, ellos me la han devuelto con creces con su lealtad, su complicidad y su cariño.
No soy optimista ni pesimista, porque no sirvo para prever el futuro, pero no me gusta el mundo tal como lo veo, quizá porque he tenido la suerte de vivir una larga etapa excepcional de relativa paz, estabilidad y bienestar. A mi edad, preferiría disfrutar de lo que hay y no andar quejándome de lo que falta, pero me temo que no podrá ser.
Por lo demás, los años me han hecho valorar sobre todas las cosas el respeto. Y si algo me han enseñado es que todo es relativo. O quizá no.
Se me acaba el tiempo.
Hace ahora un año justo, en este mismo lugar, mi amigo Juan Manuel Serrat acabó su intervención con una hermosa canción. Como ustedes seguramente preferirán que yo no haga lo mismo, sólo me queda expresar una vez más, sinceramente conmovido, mi gratitud.
 
Discurso de Eduardo Mendoza en la entrega de los Premios Princesa de Asturias 2025, (Oviedo, 24.10.25)

viernes, 24 de octubre de 2025

Música popular 207

Matt Monro (Londres, 01.12.1930 - 07.02.1985), fuente: mundo007.com
Matt Monro, Todo pasará (vídeo)

Born free, as free as the wind blows
As free as the grass grows
Born free to follow your heart
 
Live free, and beauty surrounds you
The world still astounds you
Each time you look at a star
 
Stay free, where no walls divide you
You're free as the roaring tide
So there's no need to hide
 
Born free, and life is worth living
But only worth living 
'cause you're born free

 
Nacida libre, tan libre como sopla el viento,
tan libre como crece la hierba,
nacida libre para seguir tu corazón.
 
Vive libre, y la belleza te rodeará;
el mundo aún te asombra
cada vez que miras una estrella.
 
Mantente libre, donde muros no te separen;
tú eres libre como la rugiente marea,
así que no hay necesidad de esconderse.
 
Nacida libre, vale la pena vivir la vida;
pero sólo vale la pena vivirla 
porque has nacido libre.
 
Don Black, Born Free (música de John Barry).

miércoles, 22 de octubre de 2025

Quijotes y Sanchos 3

Don Quijote y Sancho, obra del espartero Antonio Ruiz González, La Roda, Albacete, foto: Antonio Erena, 02.03.24
Por fuente de la lengua castellana
yo he leído diez veces el Quijote
y, siempre, entre la frente y el cogote,
de echarme a andante se me entró la gana.
 
   Cuando era niño, por correr la tana;
cuando ya se rizaba mi bigote
porque mi Dulcinea fuera en dote
de todo amor, del mundo soberana.
 
   Cuando hombre, por largar a los tunantes
cada palo feroz que echara humo;
hoy, que los años cuento por instantes,
    
   y los instantes del final consumo,
porque sé que he vivido loco antes
v hallarme cuerdo en el instante sumo.
 
Antonio Almendros Aguilar, «Soneto (de pie forzado)», en Alfonso Sancho Sáez, Almendros Aguilar, una vida y una obra en el Jaén del siglo XIX, IEG, 1981, pág. 288.

lunes, 20 de octubre de 2025

Excéntricos 38

Antonio Muñoz Molina (Úbeda, 10.01.1956), foto: Victoria Iglesias (2018)
Salir a la calle ha sido como entrar en un mar con oleaje. Quién es él entre la gente que lo esquiva apresurada, se pregunta. Soy un hombre anciano que pasea a su perra, se responde. Tal vez no sea en rigor un anciano, aunque sin duda lo es para los jóvenes con los que algunas noches se cruza, grupos testosterónicos que parecían haber desaparecido del mapa y han vuelto más temibles que antes. A veces los une el fútbol, otras, como el viernes pasado, el Cara al Sol no tan improvisado en la esquina de su casa: mismo corte de pelo, misma vestimenta, musculación hormonada, esa férrea voluntad de algunos hombres de parecerse unos a otros. Él es el hombre solo, aturdido y temeroso, sin más propósito que comprar un periódico. Ya en sí este es el inicio de una historia anacrónica. Pasea a una cachorrilla atolondrada. Sujeta con fuerza la correa porque los autobuses recorren la calle a una velocidad inusitada, acercan tanto las ruedas a la acera que siente un escalofrío al pensar que podrían llevársela por delante. Decía Buñuel en sus memorias que de la vida eterna solo esperaba poder salir cada veinte años de su tumba, comprar el periódico, ver cómo estaba el mundo y regresar al sueño eterno. Qué pensaría Buñuel de este mundo precipitado que él atraviesa ahora con el mismo propósito: asomarse a unas páginas para luego volver a refugiarse en casa. Qué pensaría su padre, se pregunta, si levantara la cabeza esta mañana y observara atónito a toda esta gente que se le cruza sin mantener un mínimo contacto visual porque anda sumergida en una pantalla. ¿Sabría aquel hombre del campo ponerle un nombre apropiado a esta extrañeza? Hace tiempo que se siente fuera de época, pero no lo dice, ni lo escribe, porque teme afianzar una misantropía que lo recluya y lo induzca a rehuir a la multitud. ¿No acusan con frecuencia a los hombres de edad, de la suya, de ser iracundos? Él no se ve como una amenaza para nadie, es que no tendría fuerzas para serlo, muy al contrario, siente que ya no ocupa casi espacio, como si se fuera poco a poco desvaneciéndose. Se acobarda cuando ocupan la acera estas nuevas hordas de varones enormes, el renovado furor de motoristas que atraviesan la ciudad dejando a su paso una estela de ruido o al sentir el estruendo de esos coches deportivos tan en boga que arañan el asfalto y son alquilados por un día para asustar a los hombres de pobres propósitos como él: comprar el periódico, pasear a su perra, seguir una rutina que lo aferre a la vida, contrarrestar su creciente invisibilidad. No hay vida sin ambición, dicen, y se pregunta cuál es la suya. Refugiarse en su cuarto de juegos, como cuando era niño; los juegos son prácticamente los mismos. No ha cambiado nada en él, los mismos miedos, las mismas fantasías. Qué fracaso de aprendizaje, piensa cuando se entrega a pensamientos negros. Echa de menos la presencia de su padre en la huerta, aunque ya no tiene ni edad para ser huérfano. Aun así, la vida no lo ha tratado mal, se dice, al fin y al cabo, cuántos pueden entregarse a tareas solitarias y lanzar luego aviones de papel por la ventana para dar cuenta al mundo de su existencia: “¡Sigo aquí!”. A menudo se encuentra con un viejo en una silla de ruedas empujada por una chica de acento dulce. El viejo tiende la mano para acariciar a la perra y él se la sube al regazo. La perrilla le devuelve algo de la memoria perdida. Ignorado perro de la dicha, escribió Onetti. “Mejores que las personas”, murmura el viejo antes de emprender uno de sus últimos paseos.

Soy el hombre al que le van cerrando kioscos, piensa, el hombre de la Edad del Papel, y paseo a mi tercera perra. Soy el protagonista de un cuento del siglo XX. Y entonces, al alzar la vista, la ve. Tan suya. Avanza hacia él y al acercarse lo agarra fuerte por los hombros como si quisiera sacarlo del agua. Él no sabe si es una aparición del pasado o del futuro, pero de pronto se siente a salvo.

Elvira Lindo, «Sentirse a salvo», El País, 19.10.25

sábado, 18 de octubre de 2025

Lucas (2)

Vasco de la Zarza, detalle del paño de San Lucas en el monumento funerario de Alonso Fernández de Madrigal, el Tostado, trasaltar de la catedral de Ávila, foto: Antonio Erena, 22.08.25
     La diferencia que hay entre vuestros viajes y los nuestros es que vosotros tenéis muchos puntos a que concurrir, porque tenéis infinitas comunicaciones; pero ¿qué nos importa a nosotros no tener más que uno, si este punto es Granada, que vale más que toda España junta? Otra diferencia hay y es que vosotros elegís para viajar todo el verano o una parte cualquiera de él. En Jaén hay una época en la cual sería un crimen faltar de la ciudad: ésta es el 15 de agosto. El 15 de agosto es el día de la feria y la feria es en Jaén la fiesta principal o más bien la única[1]. De la feria se está hablando desde que se concluye hasta que vuelve; para la feria son las promesas de un traje a la esposa o a la hija; de un juguete al niño; la feria es la ocasión que se elige para premiar al joven estudioso o a la niña aplicada; la feria es el toque de llamada que reúne en Jaén a los vendedores de torrados[2] y pasas, de rosquillas, de anises, de telas, de juguetes, de cereales y de ganados; la que convoca a los ricos de los pueblos de la comarca y a los jóvenes más distinguidos de la provincia; la feria es la cita más segura de los amantes ausentes; la feria, en fin, es la que trae a Jaén una compañía de cómicos que han pasado de la categoría de aficionados a la de cómicos de la legua. ¿Cómo faltar de Jaén en una época tan notable?[3] Por esto unos hacen los viajes con mucha anticipación para estar aquí con tiempo; y los que lo han hecho más tarde se han despedido de nosotros para el 15 de agosto. Para esta época volverán las de Pr...o de su viaje a Granada y Málaga, y las de Gal...z  de su viaje a Martos. Para esta época se espera a muchas personas notables y también a un íntimo amigo tuyo que está enlazado con una de las principales familias de Jaén. Yo, sin embargo, dejaría la ponderada feria por pasar en Madrid el 14 y 15 de agosto, aunque hubiera de volverme después[4]. Y eso que este año la feria ha de dejar nombre en Jaén[5]. Así es que los giennenses están hablando de la feria desde que se levantan hasta que se acuestan. Nadie se acuerda ni de la carestía del pan, ni de la ley monetaria, ni de la cuestión de palacio, ni de apertura de Cortes, ni del lenguaje de la prensa, ni de las negociaciones con Roma, ni de nuestros triunfos en Portugal, ni de la tranquilidad del país, ni de que somos felices; nadie se acuerda de otra patria que la individual, y esto en lo que tiene relación con el gozo de los sentidos[6]. El asunto de las conversaciones son los proyectos de paseo en la plaza de San Francisco; la reunión en el teatro de la Audiencia; las probabilidades de bailar, por primera vez en Jaén, las contradanzas americanas en casa de las señoras de Ar...a, de Mo...a, de Gal...z; de oír algunas piezas musicales en casa del marqués de N.; y, sobre todo, de contemplar entusiasmados el calor, la serenidad, la ligereza, la habilidad de la cuadrilla que a las órdenes inmediatas del Camará ha de lidiar diez y ocho toros, y alguno de gracia, en las tres tardes de función con que se ha de inaugurar la nueva plaza de toros[7]. Y ahora que hablo de esto no quiero pasar adelante sin destruir una voz que ha corrido por Jaén de que los toreros eran como los cómicos, de afición. Me consta, sé de positivo, doy fe que esto es una impostura. El espada ajustado para las funciones ha lidiado en las mejores plazas y las más acreditadas ganaderías, y tiene confianza en su tauromáquica ciencia, que le harán justicia sin tener que valerse como Montes, el Chiclanero y Cúchares del miserable ardid de dar una onza de oro a los periodistas sólo porque los alaben. El verdadero mérito no usa de estas triquiñuelas. ¡Quién había de creer estos ardides de Paquillo y de Redondo! ¡Picarillos!

     Ya están pedidos todos los billetes para las corridas; pero si quieres venir no te apures por eso: tengo muchos amigos accionistas y me han ofrecido cada uno dos billetes[8]. Me abruman con tanta generosidad. Les doy anticipadas gracias. Las funciones serán dignas de verse porque los empresarios no escasean gastos y quieren deslucir a las brillantes corridas que se van a celebrar en estos días en Andújar y Úbeda. Buenas ganaderías, excelentes caballos, buen servicio de la plaza, hábiles lidiadores... Considera si con tales medios faltara alegría, algazara, voces, suertes arriesgadas, lances difíciles, golpes, atropellos, aplausos, exclamaciones, saludos, premios a los lidiadores y todo lo que da vida y animación a estas fiestas, que todo español debe celebrar, siquiera como a mí me sucede, no me guste ir a ellas. Vente pues, y aunque no sea otra cosa, estaremos a la puerta para ver entrar la gente; y después en el arrastradero para ver sacar los toros. Algo es algo.

El Amigo Ausente (Antonio Almendros Aguilar), «Carta de un amigo que está de viaje a otro que está en Madrid. Andalucía siglo XIX», en El Guadalbullón, periódico científico, agrícola, literario e industrial, Jaén, Tomo II, Núm. 16, 01.07.1847, págs. 242-244 (actualización y notas: Antonio Erena).

[1] La feria de Agosto de Jaén fue languideciendo hasta desaparecer a mediados del siglo pasado, siendo sustituida por la actual de San Lucas, nacida a principios del siglo XIX como simple feria de ganado.
[2] Garbanzos tostados, antes tan apreciados y ya casi desaparecidos de los bares y fiestas andaluzas.
[3] Todo esto que cuenta el autor ha venido sucediendo hasta tiempos bien recientes, dada la ausencia de espectáculos y entretenimientos de cualquier tipo en la capital de la provincia y alrededores.
[4] Madrid celebraba y celebra en estas mismas fechas las fiestas de la Virgen de la Paloma, que tan conocidas se harían años después gracias a la famosa zarzuela.
[5] Por la nueva plaza de toros, que veremos a continuación.
[6] Todos temas de actualidad cuando escribe el autor, entre ellos la negociación del concordato entre España y la Santa Sede, firmado en 1851.
[7] Se inauguró, efectivamente, el 15 de agosto de 1847; luego de su derribo, sobre su solar se construyó la actual, cuya primera corrida se celebró el 18 de octubre de 1960, con la plaza aún sin terminar.
[8] La afición giennense a los toros, como la del propio autor, nunca fue muy entusiasta, siempre han sobrado entradas para las corridas; por ello se las ofrecen sus «amigos accionistas», pero no de balde, claro. Todo ello es de ver en el extenso comentario.

jueves, 16 de octubre de 2025

miércoles, 15 de octubre de 2025

sábado, 11 de octubre de 2025

Obituarios 75

Diane Keaton (Los Ángeles, 05.01.1946 - 11.10.2025), foto: GC Images

Aniversarios 83

Antonio Almendros Soto, El arco de San Lorenzo, en Alfonso Sancho Sáez, Almendros Aguilar, una vida  y una obra en el Jaén del siglo XIX, Instituto de Estudios Giennenses, Jaén, 1982, p. 47
R E A L E S   Ó R D E N E S .
     Excmo. Sr.: Vista la comunicación del Inspector de Antigüedades de la provincia de Granada solicitando la conservación de la capilla conocida con el nombre de Arquito de San Lorenzo, en la ciudad de Jaén, la cual parece se trataba de demoler por disposición del Municipio de aquella localidad:
     Vistos los informes que acerca de este particular emiten las Reales Academias de la Historia y la de Bellas Artes de San Fernando:
     Considerando que la capilla de que se trata ostenta una preciosa ornamentación de tracería gótica y alicatados moriscos, y que es una preciosa joya de arte encerrada dentro del torreón anejo al Arco de San Lorenzo:
     Considerando que al mérito artístico de la referida capilla va adherido el recuerdo de hechos históricos y fundaciones piadosas y venerandas, requisitos que exige la ley para que permanezcan incólumes fuera del alcance de impremeditadas mejoras los monumentos que atestigüen las glorias, la fé y la piedad de todos los pueblos civilizados;
   S. M. el Rey (Q. D. G.), de conformidad con lo informado por las citadas Reales Academias de la Historia y la de Bellas Artes de San Fernando, y con lo propuesto por la Dirección general de Instrucción pública, Agricultura é Industria, ha tenido á bien declarar monumento nacional, histórico y artístico, la capilla conocida con el nombre de Arquito de San Lorenzo, de la ciudad de Jaén, y disponer se solicite del Ministerio del digno cargo de V. E. la excepción de la venta de dicho edificio y la cesión del mismo á este de mi cargo para su entrega á la Comisión provincial de Monumentos de dicha ciudad, encargada de su conservación y custodia.
     De Real orden lo digo á V. E. para su conocimiento y efectos consiguientes. Dios guarde á V. E. muchos años.
Madrid 11 de Octubre de 1877.
                                                                                                            C. TORENO.

Sr. Ministro de Hacienda.

Informe que se cita en la anterior comunicación de la Academia
de la Historia.

     «Excmo. Sr.: Cumplo esta Real Academia la honrosa obligación de informar á V. E. acerca de si debe declararse monumento histórico y artístico el Arco de San Lorenzo, de la ciudad de Jaén; punto que somete á su dictamen la Dirección general de Instrucción pública en oficio de £o de Setiembre próximo pasado.
     A la preciosa capilla que lleva el nombre vulgar de Arquito de San Lorenzo, según se expresa en su erudita representación de 25 de Agosto dirigida á Y. E. el Inspector de Antigüedades de la provincia de Granada D. Manuel Góngora, capilla que ostenta una preciosa ornamentación de tracería gótica y alicatados moriscos, y que es, propiamente hablando, una joya de arte encerrada dentro del adusto torreón anejo al Arco de San Lorenzo, va adherido el recuerdo del célebre Condestable Miguel Lucas de Iranzo, cuya entretenida ó interesante crónica publicó esta Real Academia hace algunos años.
     Después de la trágica muerte de aquel, acaecida en Í473 á consecuencia del motín de la plebe de Jaén contra los judíos refugiado en la Catedral, donde el generoso magnate quiso libertarlos; su familia, esto es, su virtuosa viuda y su hijo Don Luis, abrazó la vida religiosa, consagrándose a actos de caridad y devoción.
     Ella fundó el convento de Santa Isabel la Real de Granada, y pasó muchos años retirada en el de Santa Clara de Écija.
     El D. Luis, marino de los Reyes Católicos, dejando también el siglo, profesó en San Francisco del Monte, y fundó en Jaén el hospital de la Madre de Dios, posteriormente Casa de niños expósitos, la cual celebraba el culto en la capilla del Arco de San Lorenzo, objeto de este informe. Esta capilla fué enriquecida con muy indignes mercedes é indulgencias que para ella obtuvo de Su Santidad el Gran Capitán Gonzalo de Córdova, buen amigo del fundador. Después de ser capilla de aquel piadoso instituto, lo fué del primer Seminario conciliar del Obispado, establecido en aquel mismo edificio de la Casa de expósitos. Estas son, en relación sumarísima, las memorias del monumento que se intenta aniquilar. En él concurren todos los requisitos que señala la ley en los que quiere permanezcan incólume fuera del alcance de desatinadas mejoras de Autoridades populares poco ilustradas, de esas que, como dice el algente decreto de la República, «por un mal entendido celo no vacilan en sembrar de. ruinas el suelo de la patria con mengua de la honra nacional.»
     Previene este decreto que los Gobernadores suspendan inmediatamente la ejecución de las medidas de los Ayuntamientos en que se intenten semejantes destrucciones; pero el Gobernador de Jaén no ha cumplido este sagrado deber á pesar de habérselo preceptuado el telegrama del Sr. Ministro de Fomento.
     Causa rubor que miéntras todos los pueblos civilizados se precian de conservar con religioso respeto los monumentos que atestiguan las glorias, la fé y la piedad de su pasado, y los muestran con justo orgullo á los extraños, obteniendo rendimientos materiales de gran consideración de Tos sacrificios pecuniarios, siempre reproductivos, que se imponen para restaurarlos y hacerlos perpétuos, haya aun en España Autoridades populares que se avergüencen de esos mudos testigos de su antigua cultura, y prefieran la insípida uniformidad mal llamada ornato público á la hermosa variedad que lo antiguo y lo moderno ofrecen en armonioso conjunto.
      La Academia, Excmo. Sr. , respeta las atribuciones legítimas que en materia de ornato y policía urbana consigna la ley Municipal vigente; pero sabe también que otras leyes especiales, cuya observancia ha sido inculcada á los Ayuntamientos y á las Autoridades de todas jerarquías bajo Una sanción muy severa, y que la Municipalidad de Jaén por lo visto desconoce, ponen los monumentos que interesan á las artes y á la historia pátria en una muy elevada esfera, de excepcional amortización, á donde no es permitido que llegue la piqueta demoledora; y bajo este supuesto, de la reconocida ilustración de V .E. se promete m uy confiadamente que tendrá á bien excitar el celo del Sr. Ministro de Hacienda para que se sirva declarar monumento histórico y artístico, y exceptuado por lo tanto de la desamortización y de todo detrimento, el referido Arco de San Lorenzo de Jaén.
     Entiende, por último, esta Academia que seria altamente conveniente que V. E. por su parte se sirviese reiterar al Gobernador de Jaén con toda urgencia y por telegrama la orden de suspender inmediatamente y bajo su responsabilidad la ejecución del derribo, en mal hora acordado por el Ayuntamiento.
      La Academia tiene el honor de devolver á Y. E. la comunicación del Sr. Góngora, juntamente con los tres interesantes dibujos que á la misma acompañan.
      V. E. resolverá lo más acertado.
     Dios guarde á V. E. muchos años. Madrid 6 de Octubre de 1877.-==Excmo. Sr.: Pedro Sabau, Secretario.==José Amador de los Rios, Director interino.==Excmo. Sr. Ministro de Fomento.»

Informe de la Real Academia de San Fernando.

     «Excmo. Sr.: No cesa esta Real Academia de ocupar la ilustrada atención de V. E. con reclamaciones; pero es porque tampoco cesa la tiranía tan deplorable de algunas Autoridades populares que parece han declarado guerra á muerte á todo recuerdo de la antigua civilización española.
     Hoy es un temerario proyecto del Ayuntamiento de Jaén el que vuelve á poner en manos de la Academia la pluma denunciadora de tales atentados.
     La Comisión de Monumentos históricos y artísticos de la localidad, movida de un loable celo y cumpliendo un precepto que con sanción ele grave responsabilidad Jo imponen el reglamento de 1865 y el vigente decreto de la República de 16 de Diciembre de 1873, da parte á esta Corporación de haber acordado el referido Ayuntamiento el derribo del histórico Arco de San Lorenzo, cuyo torreón encierra una peregrina joya de estilo gótico morisco, debida sin duda á hábiles manas de ornamentistas mudejares.
     Es una capilla de gran devoción entre aquel pueblo, y la más antigua de la ciudad, donde se halla sepultado Juan de Olid, el fundador de la primera Casa de niños expósitos que hubo en Jaén, y Secretario del célebre Condestable Miguel Lucas de Iranzo.
     La capilla lo era del referido establecimiento benéfico contiguo al arco, y fué enriquecida con indulgencias á petición del Gran Capitán Gonzalo de Córdova, con las cuales acreció su fama, llegando á ser objeto de mandas piadosas en todos los testamentos de las personas calificadas de aquel pueblo.
     Después de sor capilla de la Casa de expósitos, fue capilla del primer Seminario conciliar del Obispado, establecido en el edificio mismo de la fundación piadosa. 
     No es de extrañar, pues, que haya sido por tantos respetada.
   Lo que sí sorprende es que, habiéndola conservado incólume un Ayuntamiento republicano, de aquellos para quienes se dictó el sabio decreto de Noviembre de 1873, una Municipalidad monárquica atente contra su existencia.
     El Arco de San Lorenzo en su aspecto exterior es ya de por sí un objeto de arte digno de respeto.
     Su severa y espaciosa ojiva servía de sostenimiento al ábside de la antigua parroquia de San Lorenzo, hundida en el primer tercio del presente siglo.
     La capilla, que esta dentro del cubo ó torreón de dicho arco, tiene un primoroso altar de alicatado morisco, con dos pináculos flanqueantes de estilo gótico del siglo XV, y un arco escarzano-calcetado del más vistoso efecto.
    Debe, Excmo. Sr., conservarse á toda costa este monumento: en él concurren todos los requisitos que señala la ley, en los que quiere permanezcan incólumes, fuera del alcance de desatinadas mejoras de Autoridades populares poco ilustradas; de esas que, como dice el decreto de la República ya citado, «por un mal entendido celo no vacilan en sembrar de ruinas el sucio de la patria con mengua de la honra nacional.»
     Previene este decreto que los Gobernadores suspendan incidentalmente la ejecución de las medidas de los Ayuntamientos en que se intenten semejantes destrucciones; y que cuando los Gobernadores no cumplan con tan sagrado deber, las Comisiones de Monumentos y las Academias denuncien al Ministerio del digno cargo de V. E. su conducta.
     En este triste caso se hallan la Comisión de Jaén y esta Real Academia, la cual cumple por sí y por su delegada la Comisión provincial lo que les está severa y terminantemente prevenido.
     Al hacerlo así, para obviar trámites dilatorios que podrían retrasar la resolución de la Academia, se promete de V. E. evacúe juntamente el informe que respecto al mérito del monumento prescribe el art. 2.° del mismo decreto.
     No cree la Academia necesario ocupar con más reflexiones el recto é ilustrado ánimo de V. E.; pero al terminar su respetuosa reclamación debe encarecer la necesidad de que la Real orden que de ese departamento emane prohibiendo severamente tocar al histórico Arco de San Lorenzo de Jaén salga con toda la urgencia que reclama el desatentado acuerdo de aquel Ayuntamiento, el cual, no sólo ha resuelto la demolición, sino que además ha anunciado ya en el Boletín oficial para el dia 30 del actual la subasta de los materiales que produzca el derribo.
     Es gran mengua y causa rubor que mientras todos los pueblos civilizados se precian de conservar con religioso respeto los monumentos que atestiguan las glorias, la fé y la piedad de su pasado, y los muestran con justo orgullo á los extraños, y hasta obtienen rendimientos materiales de gran consideración de los sacrificios pecuniarios, siempre reproductivos, que se imponen para restaurarlos y hacerlos perpetuos, haya aun en España Autoridades populares que se avergüencen de esos mudos testigos de su antigua cultura, y procuren acabar con ellos, y prefieran la uniformidad de la desolación y la barbarie disfrazada con el nombre de ornato publico, de que huye el viajero ilustrado, á la hermosa variedad que lo antiguo y lo moderno ofrecen en armónico conjunto.
     V. E. resolverá lo más acertado.
     Dios guarde á V. E. muchos años. Madrid 23 de Setiembre de 1877.==Excmo. Sr.==El Director accidental, Valentín Carderera y Solano,==Excmo. Sr. Ministro de Fomento.»

Gaceta de Madrid, AÑO CCXVI.- Núm. 295. Sábado 20 de Octubre de 1877. Tomo IV.- Pág. 215.

Fotogramas 225

Éxodo (Exodus), Otto Preminger, 1960
Éxodo, tráiler (V. O.)
Éxodo, banda sonora, Ernest Gold (suite)