Hilario Camacho (8.06.1948-16.08.2006) |
Desgarrada la nube;
el arco iris
brillando ya en el cielo,
y en un fanal de lluvia
y sol el campo envuelto.
Desperté. ¿Quién enturbia
los mágicos cristales de mi sueño?
Mi corazón latía
atónito y disperso.
...¡El limonar florido,
el cipresal del huerto,
el prado verde, el sol, el agua, el iris...!,
¡el agua en tus cabellos!
brillando ya en el cielo,
y en un fanal de lluvia
y sol el campo envuelto.
Desperté. ¿Quién enturbia
los mágicos cristales de mi sueño?
Mi corazón latía
atónito y disperso.
...¡El limonar florido,
el cipresal del huerto,
el prado verde, el sol, el agua, el iris...!,
¡el agua en tus cabellos!
Y todo en la memoria
se perdía
como una pompa de jabón al viento.
como una pompa de jabón al viento.
Antonio Machado, Galerías, LXII
Madrid amanece
con ruido, con humo
y oscuros borrones
flotando entre nubes
Madrid amanece
entre sueños perdidos
confusión y sorpresa
latiendo en las venas
Y entre tinieblas de fiebre
se abre paso la luz
es como una resaca
contagiosa y común
que te vuelve a recordar
qué solo estás
qué solo estás
qué solo estás
en medio de tanta gente
qué solo estás
Madrid amanece
con miradas de odio
egoísmo y desdicha
corriendo sin meta
Madrid amanece
entre amorosas cadenas
amarga desidia
y lágrimas ácidas
Y ese llanto salado
moja tu paladar
Madrid amanece
a través del cristal
y te vuelve a recordar
qué solo estás
qué solo estás
qué solo estás
en medio de tanta gente
una vez más (...)
qué solo estás
Hilario Camacho, Madrid amanece
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