jueves, 30 de mayo de 2024

miércoles, 22 de mayo de 2024

Geometría 5

Cúpula del transparente del camarín de la Virgen del Rosario, iglesia del convento de Santa Cruz la Real, Granada, foto: Antonio Erena, 17.05.24
Tersa, pulida, rosada
¡cómo la acariciarían,
sí, mejilla de doncella!
 
Entreabierta, curva, cóncava,
su albergue, encaracolada,
mi mirada se hace dentro.
Azul, rosa, malva, verde,
tan sin luz, tan irisada,
tardes, cielos, nubes, soles,
crepúsculos me eterniza.
 
En el óvalo de esmalte
rectas sutiles, primores
de geometría en gracia,
la solución le dibujan,
sin error, a aquel problema
propuesto
en lo más hondo del mar.
 
Pero su hermosura, inútil,
nunca servirá. La cogen,
la miran, la tiran ya.
Desnuda, sola, bellísima
la venera, eco de mito,
de carne virgen, de diosa,
su perfección sin amante
en la arena perpetúa.
 
Pedro Salinas, «La concha», de Seguro Azar (1924-1928), en Presagios. Seguro azar. Fábula y signo (Poesías completas, 1), Alianza Editorial, 2022, p. 107.

martes, 21 de mayo de 2024

Hoteles 1 - Perritos 38

El Hotel Alhambra Palace desde el Campo del Príncipe, Granada, foto: Antonio Erena Camacho, 17.05.24
Borde el Darro gentil su margen de oro                   
sobre tapetes de esmeralda hermosa,            
y matutina, deshojada rosa               
en él disipe intacto su tesoro;            
 
   las bellas ninfas, olvidando el coro,           
en profusión de flores olorosa,                     
imiten divertidas a la diosa               
que presta a mayo su primer decoro;            
 
   para que Fénix con altivo orgullo              
favorecida pise arroyo y prado:
mas si le da como el amor desvío,                
 
   ni deshoje la rosa su capullo,                     
ni de Flora las ninfas sean traslado:
ni de oro el margen suyo borde el río.          

Pedro Soto de Rojas, Sonetos, «XXXII - Tapices de rosas», ed. Ramón García González, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, Alicante, 2005.

lunes, 20 de mayo de 2024

Camino

Salvador Viniegra, Romería del Rocío, Capitanía General de Sevilla, depósito del Museo del Prado, c. 1897
I
Al Rocío con Triana siempre fui,
yo siempre fui con Triana.
Con Triana siempre fui,
desde niño siempre fui,
yo siempre fui con Triana
y al llegar al Ajolí
me bailo por sevillanas.
Porque al Rocío se va
con lirio y rosa temprana;
la Virgen te escuchará
si rezas por sevillanas.

ESTRIBILLO:
Y a la luz de la mañana
ya estoy dentro del Rocío
y se escuchan las campanas;
dejadme aquí, dejadme aquí,
quiero morir con Triana.

II
El torero, el gitano y el marqués
siempre que van de romeros
son iguales en su Fe,
no los separa el dinero.
El Rocío es devoción
y buen humor a raudales,
y por voz del corazón
allí son todos iguales.

III
La mocita, la viudita y la casá
sacan al sol sus mantones
y en honor de la Hermandad
los cuelgan de los balcones.
Qué bonita viene y va
sobre su altar trianero,
mira, mira, mírala
Madre de los rocieros.

IV
Al Rocío con Triana siempre fui,
yo siempre fui con Triana
y a caballo me lucí
con una guapa serrana.
Suenan palmas a compás,
palillos y panderetas
y es delirio y majestad
el paso de las carretas.

Rafael de León, Manuel López-Quiroga Clavero, Manuel Pareja-Obregón y Rafael del Valle Beltrán, Yo siempre fui con Triana (sevillanas).

jueves, 16 de mayo de 2024

Relación

Francisco de Goya, «Los moros establecidos en España, prescindiendo de las supersticiones de su Alcorán, adoptaron esta caza y arte, y lancean un toro en el campo», Tauromaquia, 3, 1814-16, Calcografía Nacional, Real Academia de San Fernando
Estas fiestas son hermosas, interesantes y magníficas; estos espectáculos, extremadamente nobles, cuestan mucho dinero. Difícil sería hacer de ellos una referencia exacta, y es preciso verlos para comprender su valor; pero confieso que todas estas cosas no acaban de gustarme cuando pienso que un hombre, cuya vida nos interesa, comete la temeridad de ir a exponerla contra un toro furioso, y que por su amor solamente (el amor es de ordinario el principal motivo) cae maltrecho, ensangrentado y moribundo. ¿Pueden aprobarse tales costumbres? Y aun suponiendo que no se sienta por nadie un interés particular, ¿puede desearse la celebración de una fiesta en la que pierden la vida varias personas? Por mi parte sorpréndeme que en un Estado cuyos Reyes llevan el sobrenombre de católicos se tolere una diversión tan bárbara. Bien sé que es muy antigua y de los moros heredada, pero creo que debiera de ser abolida, como otras muchas costumbres que se conservan aún desde aquellos tiempos en que los infieles habitaron este país.

Relación que hizo de su viaje por España la señora condesa D’Aulnoy en 1679, Tipografía Franco-Española, Madrid, 1892, p. 155.

martes, 14 de mayo de 2024

Geometría 4

Placa en la plaza del teatro Infanta Leonor de Jaén con texto de Sinesio Delgado, foto: Antonio Erena, 09.05.24
—¿Conque vasté á la tierra del ronquío?
(me había dicho un andaluz muy jaque
que en el camino de Granada tuve
la dicha de encontrarme).
—Sí, señor, á Jaén: ¿quiere usted algo?
—Pues oigasté, compare;
en Jaén hay que ver, ni más ni menos,
que tres cosas notables:
la catedral, la cara é Jesucristo...
—¿Y qué más?
                        —Y el camino pa marcharse.
 
    De modo que era horrible
la impresión que tenía al apearme,
y sólo por quitármela de encima
cuando me vi en Jaén, me eché á la calle.
Será porque yo tengo
propensión muy marcada á equivocarme
ó porque llevo siempre la contraria
ó aprecio de otro modo los detalles,
el caso es que ¡lo juro
por la Virgen del Carmen!
me ha gustado Jaén, y no comprendo
que se vaya contento el que se marche.
La población no es cosa
del otro jueves ni del otro martes;
pero hay muchas peores
que no le ocurre despreciar á nadie.
¡Y es tan alegre aquello!
Hacia Mengíbar, el extenso valle
que ha trasformado el río
en fuente de riqueza incalculable,
y hacia Granada (¡la gentil Granada!)
sirviendo á la ciudad como baluarte
las montañas plomizas
que dora el sol al declinar la tarde,
¡el sol de Andalucía,
que es un sol con corona de brillantes!
Además, entre aquellos
viñedos y olivares
se conserva el genuino, el legendario,
el pintoresco traje
de la nación andaluza, que ha servido
para prestar a la nación carácter.
Los anchos pantalones de campana
que al llegar a la bota se entreabren,
el sombrero redondo
y la manta ceñida con donaire.

    La hermosa catedral, la más moderna
de nuestras catedrales,
obra de fines del pasado siglo,
merece visitarse.
El célebre lagarto, que conservan,
y que es un cocodrilo respetable,
según la tradición, era un demonio
que salió, no se sabe
de dónde ni por qué, tras una santa
y se dio á acometerla con coraje.
Buscó la perseguida
su amparo en una cruz para salvarse,
y ante el lábaro santo
reventó el animal en un instante.
Así me ha referido la leyenda
un andaluz que dice que la sabe,
y así la apunto bajo su palabra
sin meterme en dibujos ni detalles.
    Junto á la catedral, á pocos pasos,
ocupando un perímetro muy grande,
he visto los cimientos de un palacio
que honrará la ciudad cuando se acabe.
    Edificio soberbio, por las trazas,
que la Diputación va á regalarse,
aunque según me han dicho, no está ahora
el país para bromas de esa clase;
pero no es de extrañar,
porque lo mismo sucede en todas partes.

    También ¡es claro! visité el Casino,
que es bueno y elegante
y que demuestra que en Jaén la vida
no es tan pesada como dijo el jaque.

    Es la Cara de Dios, que goza fama
entre nuestras leyendas populares
y de la cual procura
daros Cilla una idea con el lápiz,
un lienzo de pequeñas dimensiones
que representa la sagrada imagen,
encerrado en un marco
de rubíes, zafiros y brillantes;
en fin, un marco digno
de guardar esa joya inestimable.
Me han dicho que valdrá cinco millones
y, al verlo, se comprende que los vale.
    En Jaén, por lo menos,
de su autenticidad no duda nadie,
pues es la misma que quedó en el paño
estampada con lágrimas y sangre.
    La fe es la poesía;
creámoslo también, y Dios nos guarde.
 
                                               23 Junio l888.
 
Sinesio Delgado, «España Cómica (Apuntes de Viaje), XLV. Jaén
», en Obras completas, Tomo Primero, Versos y Prosa, Imprenta de los Hijos de M. G. Hernández, Madrid, 1919, págs. 139 y 140.

lunes, 13 de mayo de 2024

Fuentes 8

Pilar de Martingordo, Torredonjimeno, foto: Antonio Erena, 03.05.24
REINANDO LA MA / GESTAD DEL SEÑOR DON / CARLOS IV QVE DIOS / GVARDE I SIENDO ALCAL / DE MAIOR I CAPITAN / [ilegible] DESTA BILLA EL / SEÑOR DON JOSE M. DE LAND [?] / A ACVÑA ABOGADO / DE LOS REALES CONSEJOS / DE SV MUY ILUSTRE COLEGYO / SE HIZO REEDIFICAR [ilegible] / [ilegible] / [ilegible] / DE 1791

(Texto de las cartelas del pilar relativas a su construcción. Fuente: Alfredo Ureña Uceda. Patrimonio Arquitectónico y Urbanismo en Torredonjimeno. Desde los inicios de la Edad Moderna hasta la actualidad, IEG, 2008, pág. 211).

jueves, 9 de mayo de 2024

Mondo brutto 26

Vista de Arjona desde el Camino de Granada, límite entre su término municipal y el de Porcuna, foto: Antonio Erena, 08.05.24
“Queremos seguir como hasta ahora, cada uno con sus tierras y pudiendo disponer de ellas cuando queramos y como queramos. Así ha sido siempre y tiene que seguir siendo en un futuro”. Amparo Santiago, una olivarera de Porcuna (Jaén), sintetiza de esta manera lo que ella considera el sentir generalizado de toda una comarca en defensa de su olivar, el que han venido cultivando desde tiempos inmemoriales un buen número de generaciones.

Las provincias de Jaén, Córdoba, Granada, Sevilla y Málaga, que suman en conjunto 180 millones de olivos, han visto truncado su sueño de ver el Paisaje del Olivar de Andalucía declarado Patrimonio Mundial de la Unesco tras la retirada del expediente que iba a ser evaluado en la asamblea de 2025. Y todo por la oposición mostrada por 8.500 agricultores que han firmado en contra de una declaración que, según dicen, cuestiona el derecho de propiedad de sus olivos. “La palabra lo dice: si es de la humanidad, deja de ser nuestro”, ha remarcado Antonio Casado, otro oleicultor crítico.

La candidatura “Paisajes del Olivar en Andalucía. Historia milenaria de un mar de olivos” ponía el foco en un bosque humanizado que configura un paisaje único que proporciona vida y cultura y que, de alguna manera, marca la personalidad de este territorio desde tiempos remotos, de tal manera que la historia de Andalucía se encuentra inexorablemente ligada a este árbol, emblema también de la cultura mediterránea. En el expediente de 443 páginas se hacía un recorrido por la historia milenaria del olivo, desde su introducción por los fenicios a la época contemporánea, con el apogeo del olivar tradicional.

El expediente, que se acaba de retirar, identificaba 14 zonas de paisaje cultural, con un total de 13.489 hectáreas de las cinco provincias olivareras. Casi la mitad de esa superficie que se iba a proteger se localiza en la campiña jiennense, entre los municipios de Porcuna, Lopera y Arjona, que es de donde han surgido las voces más críticas. “Hay muchas limitaciones para los cultivos y no se establecen compensaciones, yo como alcalde debo estar al lado de mis vecinos”, asegura Miguel Moreno, regidor de Porcuna y propietario de 20 hectáreas de olivar.

Moreno, que sostiene que la tramitación del expediente ha supuesto un “sin vivir” para él y su familia, asegura, no obstante, que en este contencioso “no hay ganadores ni vencidos” y cree que la candidatura podría reformularse de nuevo sacando del expediente los olivos de esta comarca. También cree necesario otorgar ayudas compensatorias de la Política Agraria Común (PAC) a las fincas que llegasen a tener esa protección de la Unesco.

Protección y actividad económica

El expediente empezó a tramitarse hace década, auspiciado por las fundaciones Juan Ramón Guillén y Savia e impulsado desde la Diputación de Jaén, que logró sumar a la causa al resto de diputaciones y universidades de las cinco provincias implicadas y también a la Junta de Andalucía. “Hay que encontrar un binomio en el que la actividad económica no se vea dañada por reconocimientos de este tipo, y si este binomio no está claro, nosotros respetamos la decisión adoptada”, ha indicado el portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco, tras calificar de “ilusionante” la aspiración de los olivareros andaluces.

El papel de la Junta andaluza en esta protección ahora frustrada no es algo baladí. Según se explica en el documento, las competencias de protección descansan en la Ley de Patrimonio Histórico Andaluz, en cuyo marco se halla el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. “La inscripción de elementos patrimoniales singulares del Paisaje del Olivar, les otorga la máxima protección y tutela que prevé la ley”, se apunta en el expediente.

Por su parte, Bartomeu Deya, miembro de ICOMOS, el Comité de Paisajes Culturales de la Unesco, ha destacado la “oportunidad para los productos que se generan” en los territorios declarados como Patrimonio Mundial “dado que refuerzan su imagen y ayudan a su venta”.

Un ‘escudo extra’

“Este reconocimiento como Patrimonio Mundial es un escudo extra, dado que a la calidad que ya se le supone a productos como el aceite de oliva se añade esta imagen que en teoría atraerá aún más al mercado”, ha indicado Deya, que fue también director del Consorcio Serra Tramuntana de Mallorca. Aunque el Paisaje Cultural de la Serra Tramuntana, que fue inscrito en 2011, también tiene sus detractores. Asaja ha denunciado que en la última década se han perdido una de cada cinco explotaciones agrarias en la zona.

No opinan lo mismo los empresarios del sector turístico, toda vez que el llamado oleoturismo, un segmento vinculado a los paisajes del olivar y a la cultura del aceite de oliva, ha experimentado un notable incremento en los últimos años. La plataforma de alojamientos turísticos Airbnb ha dado a conocer un informe sobre el impacto del oleoturismo en Andalucía, destacando los ingresos de más de 5,7 millones de euros generados en 2023, con un gasto total de los huéspedes de 31,6 millones de euros y una media de 2.300 euros al año por visitante. Además, la duración de estos viajes, de algo más de cuatro días, está por encima de la media de otros destinos turísticos.

Con todo, todavía hay algunos promotores que se resisten a tirar la toalla definitivamente. “Nosotros vamos a seguir dando la batalla porque creemos que es una oportunidad que Andalucía y su paisaje del olivar, único y milenario, no se pueden permitir el lujo de perder; si hay que empezar de cero con otras fincas incluidas en el expediente, pues vamos a ello”, ha comentado el veterano activista del medio rural Paco Casero, presidente de la Fundación Savia por el compromiso y los valores.

Ginés Donaire, «“Si es de la humanidad, deja de ser nuestro”: la revuelta de los propietarios de olivares contra la Unesco», EL PAÍS, 02.05.24

miércoles, 8 de mayo de 2024

martes, 7 de mayo de 2024

Aniversarios 63 - Perritos 37

Erich Prieger (1849-1913), La Novena Sinfonía y sus guardianes (Die Neunte Sinfonie und ihre Wächter), tarjeta postal según una antigua fotografía sin marcar, Beethoven-Haus Bonn, B 2233
El músico de la semana 11 (anterior entrada del blog, con la Novena a cargo de Furtwängler y la Filarmónica de Viena)

Triples 31 (+ 2)

Portada de la casa del Hostal La Española, calle Bernardo López, 9, Jaén, foto: Antonio Erena, 02.05.24
Portada del palacio del marqués de Navasequilla, calle Muñoz Garnica, 4, Jaén, foto: Antonio Erena, 02.05.24
Portada del palacio del vizconde de los Villares, calle Hurtado, 5, Jaén, foto: Antonio Erena, 02.05.24
Portada de la casa de la calle Los Peñas, 4 (1713), Jaén, foto: Antonio Erena, 02.05.24
Portada de la casa de la calle Martínez Molina 14, Jaén, foto: Antonio Erena, 07.11.24

lunes, 6 de mayo de 2024

Parecidos razonables 31

Pedro Díaz de Palacios I, Capilla del arcipreste Alameda, iglesia de Santa María la Real, Aranda de Duero, foto: Antonio Erena, 04.08.23
Pedro Díaz de Palacios I, Capilla de la Virgen de Gracia (antigua Sacramental), iglesia Prioral de Santa María, Carmona, foto Antonio Erena, 06.03.24

jueves, 2 de mayo de 2024

Desolación 21

Desmán ibérico o de los Pirineos (Galemys pyrenaicus), ilust. de Juan M. Varela, fuente: Enciclopedia virtual de los vertebrados españoles (página web)
Es pequeño, rechoncho, con apariencia de rata, excepcional buceador, hocico en forma de trompa, de hábitos nocturnos y uno de los grandes olvidados de la naturaleza en España. El desmán ibérico (Galemys pyrenaicus) comparte con otros mamíferos, como el lince o el oso, ser exclusivo de la península Ibérica y estar en peligro, pero no atrae tantos recursos para su conservación, a pesar de que ha perdido el 70% de su área de distribución desde 1990 y su declive continúa imparable. Si se perdiera, desaparecería una joya de la evolución ―en el mundo solo existe otro: el desmán ruso―, que necesita agua limpia y oxigenada; hábitats sin fragmentar en ríos de corriente rápida que mantengan el caudal en verano, sin grandes presas y con riberas intactas donde refugiarse. Unos requisitos complicados de reunir en la actualidad, que se agravan con las sequías cada vez más frecuentes debido al cambio climático. El último diagnóstico realizado por el Ministerio para la Transición Ecológica este año es tan pesimista, que los modelos predictivos señalan que la especie se podría extinguir en el corto plazo (entre 10 y 30 años) si no se actúa de forma inmediata.
Ángel Fernández González, biólogo, consultor ambiental y uno de los mayores expertos en España de la especie, recuerda cuando desmán vivía tiempos más felices y su abuelo le decía: “No entiendo cómo te puedes ganar la vida con esa rata”. Le gustaba la pesca y conocía a los desmanes que vivían en el parque natural de Somiedo (Asturias), cuando capturaba truchas a vara fija, una técnica antigua que obliga a los pescadores a permanecer quietos durante mucho tiempo, lo que facilitaba el encuentro con la esquiva especie. Entonces el micromamífero era abundante allí, pero ahora ha quedado relegado a un par de cabeceras de ríos. “Su tendencia es negativa en todos los lugares de España donde sobrevive”, concreta el biólogo, que está elaborando una actualización del estado de conservación de la especie encargada por el ministerio.
Ante el desastroso resultado, el departamento de Teresa Ribera convocó este 11 de marzo al grupo de trabajo de la especie, formado por las comunidades autónomas y el Estado, al que también se invita a expertos. “Hubo unanimidad en que la situación requiere una reacción inmediata”, explica Ricardo Gómez, jefe de servicio de Vida Silvestre de la subdirección general de Biodiversidad Terrestre y Marina del ministerio. Entre las medidas que se consideran imprescindibles destaca la lucha contra el visón americano ―especie exótica invasora y uno de sus principales depredadores―, catalogar a toda la población en peligro crítico de extinción, porque en la actualidad solo está considerada así la del Sistema Central, a punto de expirar, mientras que el resto cuenta con un grado menor de protección. También se estudian otras actuaciones como fomentar la cría en cautividad, algo que todavía no se ha logrado.
Las migajas en núcleos diminutos
“Es nuestro ornitorrinco, parece que está hecho de trozos de otros animales y se nos está yendo a una velocidad pasmosa”, corrobora Jorge González Esteban, biólogo y consultor ambiental, que también trabaja en el proyecto y que participó en el primer inventario de la especie a principios de los noventa del siglo pasado. En ese momento ya existía declive, pero “era impensable que llegáramos a un punto como el actual”, porque la distribución era amplia todavía.
Tampoco se le pasaba por la mente a Félix Rodríguez de la Fuente cuando grabó al “increíble desmán de los Pirineos”, que no había sido “filmado jamás en la naturaleza” para un capítulo de la emblemática serie El Hombre y la TierraLo describía como “un extraño topo de agua, que captura larvas de insectos acuáticos” y necesita “aguas cristalinas”. El cambio actual es tan drástico, que “antes el área de distribución se podía representar como una barra de pan entera, con una población continua, y ahora solo tenemos migajas repartidas en núcleos pequeñísimos”, describe González Esteban.
Esas migajas se distribuyen en cinco emplazamientos en España, Portugal, Francia y Andorra. El occidental se extiende por el norte de Portugal, Galicia y la parte occidental de Asturias, León y Zamora; el cantábrico por la zona oriental de Asturias, León, Cantabria y Palencia; el pirenaico por ambas vertientes de los Pirineos; el del Sistema Ibérico por La Rioja, Burgos y Soria, y el del Sistema Central, uno de los más amenazados, por Ávila y Cáceres. Las poblaciones noroccidentales son las que se encuentran en mejor estado, porque los ríos continúan relativamente conectados.
El investigador del Instituto de Biología Evolutiva del CSIC, Jose Castresana, señala que existe “muy poco conocimiento sobre la especie, que es muy singular desde el punto de vista evolutivo”. En el mundo solo viven dos tipos de desmanes, el ibérico y el ruso. “Es una joya evolutiva y supone una gran responsabilidad para los países donde lo tenemos”, sostiene.
Mediante análisis genéticos, Castresana ha constatado que “el panorama es bastante peor que el esperado”. El desmán, explica, parte de una de las diversidades genéticas más bajas de todos los mamíferos, “más que el lince o que el visón europeo [ambas especies en peligro de extinción]”, lo que los hace menos resistentes para enfrentarse a cambios ambientales o enfermedades. “Esta característica tiene que ver con la evolución de la especie y no se ha generado ahora, probablemente viene de las épocas glaciales, cuando debieron quedar pocos ejemplares”, aclara.
A ello se une la endogamia, “un factor que sí es producto de la alteración que ha sufrido su hábitat, que impide a las poblaciones conectar entre ellas debido a las barreras, de forma que los desmanes de los tramos altos de los ríos no tienen ningún pariente en las partes bajas”, describe. Con el análisis del ADN de pelos del animal han constatado que existen altos niveles de endogamia porque se han estado cruzando durante décadas entre parientes muy próximos, entre hermanos, primos hermanos... “Es una situación muy triste, y un problema que se sospechaba, pero sin llegar a una magnitud como la que hemos visto”, concreta Castresana. Desconoce si este alto índice de endogamia juega un papel fundamental en la desaparición de la especie, “pero no es un dato halagüeño, porque puede afectar a la fertilidad y llevar a la extinción”, asegura el científico.
¿Se está a tiempo de salvar a la especie? “Como en cuatro años no hayamos puesto en marcha las acciones principales, nos quedamos sin desmán”, plantea Ramón Pérez de Ayala, miembro de la ONG conservacionista WWF, que está apoyando el proyecto de recuperación. “El panorama es peor que cuando empecé a trabajar con el lince, ni siquiera se sabe cuántos ejemplares hay”, advierte. A pesar de la difícil situación, los expertos coinciden en que se está en la buena línea y existe un consenso entre las administraciones para aplicar medidas urgentes. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) también se ha puesto en marcha y está organizando una estrategia transnacional entre los cuatro países en los que habita el desmán ibérico para abordar su conservación. Pero, “habría mejores perspectivas si hubiéramos empezado en 1990, ahora es el momento de las medidas desesperadas”, plantea el biólogo Jorge González Esteban.
«El raro mamífero con trompa y patas palmeadas: el desmán ibérico se enfrenta a su extinción», Esther Sánchez, El País, 22.04.24

miércoles, 1 de mayo de 2024

Obituarios 60

Paul Auster (Newark, 3.02.1947 - Nueva York, 30.04.2024), fuente: Handsome young writers, entrada del 06.09.13 (Tumblr)
Todo empezó por un número equivocado, el teléfono sonó tres veces en mitad de la noche y la voz al otro lado preguntó por alguien que no era él. Mucho más tarde, cuando pudo pensar en las cosas que le sucedieron, llegaría a la conclusión de que nada era real excepto el azar. Pero eso fue mucho más tarde. Al principio, no había más que el suceso y sus consecuencias. Si hubiera podido ser diferente o si todo estaba predeterminado desde que la primera palabra salió de la boca del desconocido, no es la cuestión. La cuestión es la historia misma, y si significa algo o no significa nada no es la historia quien ha de decirlo. En cuanto a Quinn, no es preciso que nos detengamos mucho.
Quién era, de dónde venía y qué hacía tienen poca importancia. Sabemos, por ejemplo, que tenía treinta y cinco años. Sabemos que había estado casado, que había sido padre y que tanto su esposa como su hijo habían muerto. También sabemos que escribía libros. Para ser exactos, sabemos que escribía novelas de misterio. Escribía estas obras con el nombre de William Wilson y las producía a razón de una al año aproximadamente, lo cual le proporcionaba suficiente dinero para vivir modestamente en un pequeño apartamento en Nueva York. Como no dedicaba más de cinco o seis meses a una novela, el resto del año estaba libre para hacer lo que quisiera. Leía muchos libros, miraba cuadros, iba al cine. En verano veía los partidos de béisbol en la televisión; en invierno iba a la ópera. Más que ninguna otra cosa, sin embargo, le gustaba caminar.
Casi todos los días, con lluvia o con sol, con frío o con calor, salía de su apartamento para caminar por la ciudad, sin dirigirse a ningún lugar concreto, sino simplemente a donde le llevaran sus piernas. Nueva York era un espacio inagotable, un laberinto de interminables pasos, y por muy lejos que fuera, por muy bien que llegase a conocer sus barrios y calles, siempre le dejaba la sensación de estar perdido. Perdido no sólo en la ciudad, sino también dentro de sí mismo. Cada vez que daba un paseo se sentía como si se dejara a sí mismo atrás, y entregándose al movimiento de las calles, reduciéndose a un ojo que ve, lograba escapar a la obligación de pensar. Y eso, más que nada, le daba cierta de paz, un saludable vacío interior. El mundo estaba fuera de él, a su alrededor, delante de él, y la velocidad a la que cambiaba le hacía imposible fijar su atención en ninguna cosa por mucho tiempo. El movimiento era lo esencial, el acto de poner un pie delante del otro y permitirse seguir el rumbo de su propio cuerpo. Mientras vagaba sin propósito, todos los lugares se volvían iguales y daba igual dónde estuviese. En sus mejores paseos conseguía sentir que no estaba en ningún sitio. Y esto, en última instancia, era lo único que pedía a las cosas: no estar en ningún sitio. Nueva York era el ningún sitio que había construido a su alrededor y se daba cuenta de que no tenía la menor intención de dejarlo nunca más.

Paul Auster, Ciudad de cristal, 1 (fragmento), en La trilogía de Nueva York, trad. Maribel de Juan, Editorial Anagrama, 1996.