![]() |
Picatostes en agua sal, foto: Antonio Erena, 06.10.25 |
Lo que en Jaén no tiene pero, como decirse suele, son los alimentos. Son tan baratos como nutritivos. El pan es excelente; y si este pan se moja en agua de sal, y después se fríe con aceite en una sartén formando lo que los inteligentes llamamos picatostes constituye un manjar muy delicado, aunque un tanto manchoso. Los bizcochos son excelentes, basta decirte que son mejores que los de Calatayud [1]. Las yemas más exquisitas que las de la calle de Majaderitos [2], y sobre todo la mitad más baratas; la carne de oveja, no te admires, riquísima; la merluza a pedir de boca, las sardinas excelentes; la fruta delicadísima; así es que en esta ciudad hay también gordos y gordas; pero aquí las gordas no son como en Madrid, aquí son muy amables, y si yo hubiera permanecido más tiempo en Jaén hubiera podido abandonar mi carrera de viajero-curioso y emprender la de viajero-especulador, enseñándome por las provincias como un fenómeno de robustez por cuatro cuartos.
El Amigo Ausente (Antonio Almendros Aguilar), «Carta de un amigo que está de viaje a otro que está en Madrid. Andalucía siglo XIX», en El Guadalbullón, periódico cientifico, agricola, literario e industrial, Jaén, Tomo II, Núm. 7.º, 01.04.1847, p. 105 (actualización y notas: Antonio Erena).
[1] Los de la famosa Pastelería Micheto, fundada en 1770.
[2] La antigua calle Angosta de Majaderitos en Madrid, actual calle de Cádiz, conocida desde antiguo por sus comercios de varias clases, como la Confitería de Pérez, existente en 1853.
No hay comentarios:
Publicar un comentario